Buenas noches, qué sufrimiento y qué gozada. Ese hombre tan normal, ni musculoso ni guaperas, Iniesta. ¡Hurra! Y los momentos Casillas, qué tierno y cercano. Y sus encontronazos con Puyol, tan llenos de complicidad. Mañana hablamos más. Ahora hay una conspiración española en la calle barcelonesa. ¡Cielos, hay gente que celebra el triunfo!