Desde aquí mi gratitud y todo mi afecto hacia Miryam Cameros Sierra quien, efectivamente, es la mujer que dio vida gráfica a «La cenicienta que no quería comer perdices», con texto de Nunila López Salamero, cuya versión impresa tuve el honor de prologar. ¡Que las diosas de la fuerza y el talento planeen siempre sobre la frente de esta mujer tan generosa! Aparte de que me deja monísima, ¿no es cierto? Tonino también está encantado.

Luego os escribo con tiempo, que está la mañana muy hermosa y aún me tengo que soliviantar.