Voy a contaros una de las mías. Me encontraba en Roma, en casa de unos amigos, una pareja muy querida. Ella me dijo que esa noche tendríamos como invitados a un matrimonio, y me advirtió: «No se te ocurra hablar de China». «¿Y yo por qué tendría que hablar de China, si nunca he estado en China y no pienso ni ir?». «Yo sólo te lo digo porque él estuvo trabajando en China durante unos años y se lió allí con una nativa». «No te preocupes, ni una palabra sobre China».
Salí a la calle y me crují las piernas haciendo compras en el Trastevere. A mí regreso, los cuatro estaban esperándome. Presentaciones, saludos, muacs, empezamos a cenar. «Qué colgante más bonito llevas, Maruja», comentó la anfitriona. «¿Te lo has comprado hoy?». Asentí enérgicamente y aclaré: «Son las monedas del I Ching».
Se hizo un silencio pastoso como una cosecha de arroz. De modo que lo rompí: «Pero que conste que todas las chinas son unas putas».
Divina, Maruja. Me encanta, y estas frases tuyas siguen siendo el motivo de mi diaria visita a tu casa, que parece haberse convertido en un ágora.
muy buena plancha y con buena salida,mi hermano es especial para ellas,había vivido fuera del país durante 5 años y cuando volvió paseabamos y nos encontramos con una amiga de mis padres,¿que tal marcos ,tanto tiiempo etc etc,?bien y que tal tú y Pepe como está?pero si Pepe murió estando tú aquí,!!, digo si sigue en el mismo nicho.(y todo con una seriedad absoluta,la buena mujer lo contaba como una anecdota graciosa del para ella «graciocillo»).
Joer (con perdón), hablando de meter la pata … Me estoy temiendo que el enlace que comentaba antes son en realidad pelis seleccionadas por brianmay2000 y, concretamente, una de los Monty Python.
Bueno, en todo caso no me acostaré sin haber disfrutado una cosa más.
En fin, ¡aynnsss!
La plancha fue una cena vísperas de Navidad. Dejaron una nota que haríamos el «amigo invisible» en mi mesa, pero quedó tapada. Aquella tarde había ido a Habitat y comprado un bol de acero inox con unas estrellitas y no lo pedí envuelto fino. Me pusieron un papel de embalaje y me quedó muy arrugado…(iba dentro de una bolsa, menos mal). Ya sabemos las cosas tan horrorosas que se regalan esos días, pero cuando el joven sacó aquello… aún estoy riendo ahora. Plancha, pero invisible, ja, ja, ja.
Bufff si empiezo a contar planchas,es que no paro. Es que como alguien me diga que no saque un tema, pifia, porque tengo el tema en la cabeza todo el tiempo (como es lógico) y a cada momento se me ocurre algo que tiene relación con el tema.
Como una vez que tenía un paciente (primera visita) que el pobre había perdido un ojo y yo tratando de hablar de los demás temas (ya me había comentado que era por una enfermedad) y le doy un papel en un momento determinado y le digo : échale un ojo a esto a ver que te parece. Me quedo de piedra, que plancha, una cara de apuro. Y el pobre diciéndome, no te preocupes que es normal, ya lo entiendo. Mira que hay expresiones para decir, pues no, tenía que ser esaaa!!!
Yo felicité a una vecina por su reciente embarazo justo mientras ella pulsaba el botón del ascensor desde nuestro rellano. Aquél día descubrí que una barriga cervecera cabe bajo un peto tejano y que Lucifer desciende desde el sexto hasta el mismísimo infierno del bochorno.
JAJAJJAJAJAJJAJAJAJAJJAJAJAAJAJAJJAJAJAJJAJAJAJAJAJJAJAJJAJAJAJJA
Ay Maruja, eres lo más.
Jajajajjajajajjajajjajajajajajajaja.