Tengo 166 piezas de las 650 -mínimo- que he de tejer, de momento sólo en 17 colores. Voy tejiendo los recuadritos según me apetece el color por el estado de ánimo, y así, anárquicamente, se van acumulando. Cuando estén todos -pero hay para rato- los coseré haciendo efecto degradante por tonalidades y luego la ribetearé y remataré. Sí, se parece mucho a escribir una novela, al menos en lo que a mí respecta, porque me gusta empezar con un plan mínimo e ir angustiándome y sorprendiéndome sobre la marcha.
Ahí va el proyecto de colcha
20 Comments
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Buenas! Tienes suerte de no tener un gato: se volvería loco! Y tú… Los dos! Me gusta la comparación con el proceso de elaboración de una novela: «y luego la ribetearé y remataré».
¡Ostras! No digo ná, porque a mí me ha dao alguna vez por el ganchillo, pero te aseguro, Maruja, por mis muertos, que estaba convencida que el rollo de la colcha era pura conya marinera que te traías a raíz de la visita papal y de las tareas de la mujer. Me he quedao de puro granito. Si me pinchan no me sale ni mijita sangre. ¡Cosas vederes!
Fuera cashondeito, mu mona, mu colorá, mu entretenía. Algo así vendríame bien a mí pa dejar de fumar. Enhorabuena por tus múltiples habilidades.
Gracias generosa. Me gustan las manualidades, pero me asustan las tareas a largo plazo, esta es una estupenda , divertida, y alegre forma de que la empresa no nos parezca inabarcable. Me dispongo a copiar, adviértote.
Mi madre hizo una de ganchillo hace muchos años, que me sierve como manta para el sillón frente a la telebasura.
Maruja, me estás motivando, lo mismo te imito y así lucho contra el muermo que me tiene paralizada.
¿Con qué estado de ánimo se corresponden los verdes? Porque hay mogollón. Y ese par de días fucsias… ¡Ay, Penelope!
Me encanta. Mi tía abuela acaba de hacer una y los ha cosido con hilo negro y ha quedado preciosa.
Abrazo de osezna,
Patricia
Qué paciencia. Yo jamás pude trabajar con las manos (es un decir…, que si me oye el ayatollah del otro día me glorifica); sólo con instrumentos musicales. De todos modos, yo es que no soy nada paciente. Fui a pilates hace ya un tiempo y lo tuve que dejar porque me estresaba; ahora he empezado yoga y me está pasando lo mismo: estoy de la ocarina hasta el entrecejo, y de los cuencos tibetanos…Mi oído es occidental y mi profe de yoga se pasa el día recitando mantras, a mí me aturde, digo yo que un poco más de ejercicio no vendria mal. Para misticismos, ya tengo los míos.
Como para sentarme a hacer una colcha…menudo azogue. Así que te admiro profundamente (que nadie piense, por favor, que te estoy haciendo la pelota, es que ya no se puede decir ni lo que le gusta a uno, oyess).
Toma nota, Maruja. Su tía abuela. ¿A que ya no la sigues haciendo..? Muy divertida, Patricia.
Un reto implica método y constancia. En tu caso dispones de ambos.
Lo importante es que, a medida que avanzas, el resultado te hace crecer como persona. Un saludo
Oye incrédula, ¿a ver qué tienes tú en contra de las tías abuelas? Por dios, qué borde.
Otro abrazo, Maruja.
Ah, pero lo de la colcha iba en serio…? jajajajajaja, siempre pensé que era cachondeo….a mi nunca me dio por hace ganchillo, si punto de media; pero de eso ya hace algunos añitos (mis hijos eran pequeños) y el más peque ya tiene 24,,…)
Pues eso, a seguir con el «Proyecto Colcha» pero que no te reste horas para el libro….jejejejeje, que tengo muchas ganas de leerlo…!
A mí, divertida, me ha parecido María. Aunque hoy es la primera vez que participo leo el blog todos los días. Los azogues, los estresses…cómo te entiendo.
¿Yo, Patricia, contra las tías abuelas? No. No tengo nada. Me encantaría tener un par de ellas, con sus calditos y arrumacos, su moñito en la cabeza, su pañoleta en los hombros, una jaulita con un piolín y un gatazo silvestre rondando por ahí. Tejiendo, tejiendo. Es que me la he imaginado así. Con todos los respetos a tu tía abuela y a ti. Perdón si te ofendiste. Pero ya sabes la imaginación se desboca y …
Un abrazo, Patricia. Un saludo cariñoso a tu tía abuela, y otro a la tía abuela de Maruja…
Pero Patricia, no te pongas así con Incrédula. Eso no es «bordería» ; es envidia que tnemos las que ya no estamos en edad de presumir de tias-abuela. Nada más, niña… Es solo eso….
La manta de Maruja (real y bien real, pero, ¿ que os habiais creido?), está dando para mucho discurso femenino…. Por cierto…. que lana tan bonita y dulce… qué marca has elegido , Maruja? Gracias….
Maria, No pilates, no yoga…. por qué no pruebas con CHIKUN ?. Es dinámico y el grupo suele ser interesante…. la energia se expande y la alegría invade el espíritu…. Y Al final se termina proyectando viajes a Bután.. Genial…. Como una colcha de hermosos colores….
Y yo que voy a ser ¡abuela! en breve y toavía no he dado una puntada ni un punto… ¡qué envidia!
Por algo me suspendían en labores las monjas y las de la Sección femenina ¡aquellas brujas!… igual es que me traumatizaron y no me había dado cuenta hasta ahora…
Otro aliciente para lo del fumar…
yo sí que me lo había creído, tengo una amiga muy rojeras y muy hiperactiva que ha hecho hasta encaje de bolillos, que debbe ser para nota máxima.
¿Ningún chico se apunta al tema? atrasados vais, como yo.
Ni idea del Chikun, Luna, pero gracias. Yo reconozco, y que nadie dado al orientalismo místico se me enfade, que te soy más de Descartes.
Siempre que no me den la plasta con la música para, supuestamente, relajarme… ¿Y el silencio? Para alguien tan apasionado como yo por la música, el silencio es necesario, y para relajarme no necesito más.
Hay músicas que me emocionarán siempre, y otras que mejor no hablar, y ahora me voy al extremo: antes de que una sola nota de Bisbal, por ejemplo, salga de mi boca, me corto las cuerdas vocales. O, mejor, se las corto a él u similares.
Besos.
Sí que se parece a escribir una novela, porque a veces una se lia la colcha a la cabeza…
Los colores tienen buena pinta, ya nos la enseñaras acabada, verdad?
electra, muchas felicidades.
Gracias, Anna, ya os tendré al tanto de lo de la abuelidad… creo que es de lo mejorcito que trae la vida, casi me va a coincidir con el júbilo de la jubilación, así que completo, tendré tiempo para «mis labores» hasta ahora muy abandonadas en favor de la escuela y las labores cívicas y/o militantes.
Besinos.