Ya que hay atasco, que sea aquí. Nos hemos quedado un buen rato atorados en uno de los puentes, to er mundo en la calle y motorizado, y en ese momento un señor ha abierto la puerta y se ha echado encima de mí: cegatón perdido. La verdad es que hay mucha gente con los ojos mal, pero casi nadie lleva gafas. El pobre se ha pegao un buen susto.