En este relato que va fluyendo entre todos hay una mujer que entra por esa puerta, bastante hecha polvo y muy feliz. Como a mis 67 intento vivir como si tuviera 30 (hay que decir que la química legal ayuda bastante), los esfuerzos los pago en pequeños cansancios o lumbagos que me obligan a despatarrarme y alcachofarme cada vez que regreso. Todo esto para justificar que hasta ahora no me haya acercado aquí.
Pero he leído todas vuestras entradas, escuchado vuestras músicas, mirado vuestros vídeos y leído poemas y cuentos. Y hoy me apetece especialmente subir esta canción, en esta versión ya muy adulta, de su propio creador.
Quiero dar la bienvenida a este lugar a Dani, cuyo rostro recuerdo perfectamente, así como las tapitas que me traía con las cervezas, sin hacer ruido. Dani, en ese momento estaba intentando averiguar cómo se graba un video con mi nuevo Mac, lo hice y una amiga me lo editó, pero aquí el sistema me dice que tiene demasiados de eso que tienen los vídeos, o sea, duración o tamaño (y no estoy obsesionada con el sexo, no ya). Así que seguiré intentándolo. Y decir que me añado al estremecimiento placentero que me produce descubrir los diferentes registros de Genital.
He regresado también a la lectura de periódicos y al enterarme de noticias. Los muertos de Alemania, en un acontecimiento llamado de Amor que, al parecer, se convirtió en un buen Negocio para alguien. Acabó en matadero. Las fotografías son terribles. Ya habrá algún obispo (o de ahí pa arriba, incluso pa abajo) al se le ocurra abrir la boca para decir que es castigo de Dios por el desenfreno. O algún imán, o algún rabino. Simplemente, algún hipócrita.
En 1970 estuve en el festival de música de la isla de Wight. ¿Qué éramos, medio millón de jóvenes llegando sin parar desde todo el mundo a aquella explanada que, durante tres días de agosto, iba a ser nuestro paraíso? Los bobbies, que entonces no llevaban pistola, controlaban los autobuses repletos, y nos ayudaban a bajar. Sí. También nos ayudaron a subir. Hubo orden exterior y, dentro del recinto, mucha felicidad. Chicago, Santana, The Doors, Judy Collins, Leonard Cohen... ¿Jimmi Hendrix? ¿O a él le escuché en otra parte? En cualquier caso, cada tiempo tiene sus propias condenas. No pocos de los que estuvieron en Wight también están muertos, ilustres o anónimos. Estos chicos de Alemania nunca volverán a casa, y éste es un domingo negro para quienes les amaron.
EL OJO EN EL LUJO AJENO.-Yo el HOLA si me lo encuentro le echo un vistazo.Cuando el príncipe se «independizó». Le construyeron un pisito de 1.000 millones de pts.con 7 cuartos de baño. Se podia ver en el HOLA. ¡ Qué obscenidad !.
Hace unos dias ví a toda la realeza en una foto.El de Suecia llevaba la Gran Cruz de la Orden de San Juan de Jerusalen y su mujer, una diadema que perteneció a Josefina ( esposa de Napoleon ). Que curioso.
Hasta que di con la tecla. Napoleon iba poniendo reyes. En Suecia puso a su mariscal Bernadotte. Un Bernadotte fue delegado de la ONU para Palestina. Cuando los terroristas judios volaron el Hotel Rey David de Jerusalen, el tal Bernadottee, estaba dentro. Tirando del hilo se saca el ovillo. El hilo estaba en el HOLA.
Gracias por Leonard, su voz siempre se cuela dentro.
Maruja, gracias por leernos… A mi a Cohen me lo descubrió un novio al que no me importaría volver a ver…sabía tanto. Pero estará bregando con adolescentes…c’est la vie.
Genital, pareces una persona normal…no por favor…vuelve a tus orígenes aunque, da igual…se tú.
Mi suspiro para los las chicas que se quedaron en esa noche de Amor en Alemania.
Besitos:
Isabel
Hoy me desperté conla triste noticia de los jóvenes asfixiados y pisotados en Alemania; luego cerré la televsión y me puse a desayunar. El día transcurrió de la forma que tenía que transcurrir, haciendo las cosas que suelo hacer. Por casualidad he visitado este blog, y ahora quiero unirme en el sentimiento con todas las personas que lamentan la desgraciada muerte de esos jóvenes, entre los cuales hay dos españoles.
Tengo tres hijas entre los 28 y los 25, así que las noticias de Alemania me tienen con el corazón encogido.
Otra casualidad, a la del medio le gusta mucho Leonard Cohen, lo vió en León en su último concierto y cuando volvió desempolvó los vinilos que hacía tiempo no escuchábamos.
Hoy el Cantábrico estaba lujurioso, hacía sol, un aire del nordeste que te permitía la siesta bajo un árbol y muchas fiestas por los pueblinos.
La vida sigue….