Era «catetos» porque obviamente estaba escribiendo lo que debieron pensar los diseñadores a la hora del interiorismo. Sin embargo, debo deciros que no pienso cambiar de productora porque, precisamente, ella lo resuelve todo. He pasado un día de grabación espléndido, con Maribel Verdú y con todo el equipo, y ahora mismo estoy sentada en la planta de abajo de esta entrañable room. Ya controlo el mando a distancia de las ventanas de la buhardilla y le he cogido cariño al televisor de plasma, de modo que he dicho que no me cambien porque echaría esto de menos.

No sé cuándo se emitirá. Lo están haciendo con tiempo, el próximo rodaje con Maribel será en Barcelona, en agosto, y allí les deslumbrará el conservadurismo de mi casa. Maribel tiene un piso lleno de luz, de vida.

Un beso. Ah, y gracias a todos por enrollaros tan bien. Esto lo hacemos nosotros y, como veis, nada más volver al hotel me he puesto a subir los comentarios. Lo de El tercer hombre, un puntazo. Es mi película predilecta. No se puede ser más profundo (sin ser intenso) que en esa trama policíaca que reune dilemas morales, amor y persecuciones, amistad… Y la escena más terrorífica del cine, al menos para mí: ese niño con cara de luna señalando a un culpable en alemán.

Cuidaos mucho y hasta mañana.