El silencio de la calle, en comparación con el alboroto por la prohibición de las corridas: vergüenza. Ésto todavía es peor, porque participa «gente del pueblo». Y les parece bien.
Siempre me ha parecido una barbaridad, pero a mucha gente le gustan las atrocidades, como no les ocurren a ellos…
Carmenchu 25 septiembre, 2010 en 11:09
Es falsa hipocresía todo, Maruja, creo yo. Además, estamos en campaña y ya se sabe que no es la mejor época para la coherencia… En Extremadura se han prohibido los «correbous», una decisión también muy valiente, teniendo en cuenta que allí no hay. Es como prohibir llevar abrigo de pieles en el Sáhara… Buenos días!
AnnaGB 25 septiembre, 2010 en 11:16
Los que alegaban el indiscutible sufrimiento del animal en el caso de las corridas de toros, aquí no dicen nada. Aunque sin sangre, también lo hay. Y en cuanto al argumento de que en esta fiesta no mueren, parece ser que algunos de estos toros pueden morir de agotamiento o incluso de infarto. Qué políticos más impresentables ¿cómo quieren luego ser creíbles?. El toro no tiene que ver con la tradición de Cataluña respecto a los espectáculos con dicho animal, decían, pero entonces como alegan tradición para salvar esta fiesta?. Los ciudadanos lo harían mejor en el parlamento que sus representantes.
Anònim 25 septiembre, 2010 en 11:16
Si el sufrimiento lo causa un catalán, es menos sufrimiento que si lo causa un español…todo es cuestión de números: ¿cuántos de los que van a Monumental/Terres de l’Ebre nos votan? Vergüenza. Qui els entengui que els compri.
AnnaGB 25 septiembre, 2010 en 11:18
Carmenchu, jajaja. Qué esperpento todo.
Albino 25 septiembre, 2010 en 11:47
O todo o nada. No admito terminos medios
Eva 25 septiembre, 2010 en 12:41
Somos así de salaos, que ahora sí que ahora no, y todo depende no sólo del cristal con el que se mire, si no también de las elecciones que haya en el horizonte, del nacionalismo que se tenga a mano y de sí hoy me he levantado ecologísta y verde o no. Por cierto Carmenchu, me ha encantado lo de prohibir el abrigo de pieles en el Sáhara! Hay gente tan sesuda y precavida, que ya por si acaso, se adelantan a los acontecimientos.
Arnau Gomez 25 septiembre, 2010 en 13:14
Cuando Barcelona se declaró localidad antitaurina,apele a la libertad de cada cual,aduciendo que como el asunto se desarrollaba en local cerrado y pagando,el que quisiera ir que fuera,pagando con su dinero,contante y resonante.Dije también que els bous al carrer se debían prohibir porque se hacían con dinero de los contribuyentes y mientras hubiera ciudadanos que no quisieran que hubiera ,me niego a denominarlo así, espectáculo,no se podía subvencionar semejante tortura.Me pusieron a caldo,no por querer respetar la libertad,sino por atentar las «tradiciones» populares.¡No als correbous,que ni son tradición ni son nada!.Es una costumbre bárbara.
Aneris 25 septiembre, 2010 en 13:48
Esto se lo temía mucha gente. Los nacionalismos es lo que tienen todos, se alimentan de las tradiciones – de las suyas, claro, que son las únicas y verdaderas- como si las tradiciones estuvieran marcadas en los genes. No hace muchos años, cada pueblo que se preciase de auténtico tenía su matanza del cerdo, a la que se organizaban excursiones para ver como se desangraba chillando el bicho. Hoy muy poca gente va a esos espectáculos, por eso, de todos depende que los correbous dejen de ser turísticos y generen dinero a la población que los admite. Los animalistas tienen muchas batallas que ganar aún a la hipocresía de unos y otros, pero todos podemos poner nuestro granito de arena.
Beatriz 25 septiembre, 2010 en 14:08
y luego ruegan que no se «politicen» decisiones que se basan «únicamente en la defensa del animal», ya se sabe que «donde dije digo, digo Diego»…. así nos luece el pelo en este país! Saludos! Bea
¿Nada ha cambiado? Tanto las imagenes de las cavernas, o la escritura de los egipcios, mediante símbolos o figuras en las paredes de sus templos; como la Odisea o la Ilíada, pasando por la Biblia, El Quijote, la literatura de Shakespeare… todos guardan, pese a la diferencia de siglos y contextos, una misma esencia –perenne-, que los convierte, incluso hoy, en historias e imágenes impregnadas de la más regia actualidad. Esa idéntica naturaleza, clarividencia la propia de nuestro ser. Como individuo, como especie, como civilización…cambiarán los modos y las formas; pero la sustancia, los impulsos, mantienen la misma inquietante inherencia. Son, igual de primitivos. Igual de actuales. ¡Qué lástima!…
virginia 25 septiembre, 2010 en 16:09
Es una verguenza, como se puede llegar a ser ya no tan incongruente, si no tán cínico.Quien puede creer que sea menos salvaje martirizar a un animal, que ver como lo martirizan desde la barrera Lo que son capaces de hacer los politicos por un puñado de votos, que no creo que sean tantos pues los «corrabous no son tipicos de toda cataluña , ni siquiera creo que los pueblos que se hacen todos los vecinos esten de acuerdo. Espero ver a todos los ANTITAURINOS que se manifestaban en la puerta de las plazas vayan a los pueblos con corrabou a aguarles las «fiesta»
Gloria 25 septiembre, 2010 en 16:44
nunca entendí porque los catalanes se manifestaron en contra de las corrida en las plazas y no en la calle, ¿será porque las primeras se asocian con lo español y las segundas, a las que llaman correbous no?. Qué ilusa fui admirando su movilización si en el fondo sólo haya sido por un tema político y no de defensa de los animales
tino 25 septiembre, 2010 en 20:53
Yo tb. fui de los que defendí el arte taurino en este blog. Sin entender el afán prohibicionista. A mi los correbous me repugnan y creo que a la mayoría de los que amamos la salvaje fiesta de los toros les pasa lo mismo. Cinismo e hipocresía.
lola 26 septiembre, 2010 en 22:33
Mi hermana que es veterinaria, me decía, primero te cogen una banda de latin kings, te acorralan, te dicen que te van a violar, te zarandean, te rodean y te lanzan unos contra otros, y cuando estás en el suelo tendida, arañada, golpeada y vilipendiada; te dicen, «venga bobina que no te vamos a violar», y si tienes algún síndrome post … lo que sea, es que tienes la piel fina, porque al fin y al cabo sólo te han hostiado.
Siempre me ha parecido una barbaridad, pero a mucha gente le gustan las atrocidades, como no les ocurren a ellos…
Es falsa hipocresía todo, Maruja, creo yo. Además, estamos en campaña y ya se sabe que no es la mejor época para la coherencia… En Extremadura se han prohibido los «correbous», una decisión también muy valiente, teniendo en cuenta que allí no hay. Es como prohibir llevar abrigo de pieles en el Sáhara… Buenos días!
Los que alegaban el indiscutible sufrimiento del animal en el caso de las corridas de toros, aquí no dicen nada. Aunque sin sangre, también lo hay. Y en cuanto al argumento de que en esta fiesta no mueren, parece ser que algunos de estos toros pueden morir de agotamiento o incluso de infarto.
Qué políticos más impresentables ¿cómo quieren luego ser creíbles?. El toro no tiene que ver con la tradición de Cataluña respecto a los espectáculos con dicho animal, decían, pero entonces como alegan tradición para salvar esta fiesta?. Los ciudadanos lo harían mejor en el parlamento que sus representantes.
Si el sufrimiento lo causa un catalán, es menos sufrimiento que si lo causa un español…todo es cuestión de números: ¿cuántos de los que van a Monumental/Terres de l’Ebre nos votan?
Vergüenza. Qui els entengui que els compri.
Carmenchu, jajaja. Qué esperpento todo.
O todo o nada. No admito terminos medios
Somos así de salaos, que ahora sí que ahora no, y todo depende no sólo del cristal con el que se mire, si no también de las elecciones que haya en el horizonte, del nacionalismo que se tenga a mano y de sí hoy me he levantado ecologísta y verde o no. Por cierto Carmenchu, me ha encantado lo de prohibir el abrigo de pieles en el Sáhara! Hay gente tan sesuda y precavida, que ya por si acaso, se adelantan a los acontecimientos.
Cuando Barcelona se declaró localidad antitaurina,apele a la libertad de cada cual,aduciendo que como el asunto se desarrollaba en local cerrado y pagando,el que quisiera ir que fuera,pagando con su dinero,contante y resonante.Dije también que els bous al carrer se debían prohibir porque se hacían con dinero de los contribuyentes y mientras hubiera ciudadanos que no quisieran que hubiera ,me niego a denominarlo así, espectáculo,no se podía subvencionar semejante tortura.Me pusieron a caldo,no por querer respetar la libertad,sino por atentar las «tradiciones» populares.¡No als correbous,que ni son tradición ni son nada!.Es una costumbre bárbara.
Esto se lo temía mucha gente. Los nacionalismos es lo que tienen todos, se alimentan de las tradiciones – de las suyas, claro, que son las únicas y verdaderas- como si las tradiciones estuvieran marcadas en los genes. No hace muchos años, cada pueblo que se preciase de auténtico tenía su matanza del cerdo, a la que se organizaban excursiones para ver como se desangraba chillando el bicho. Hoy muy poca gente va a esos espectáculos, por eso, de todos depende que los correbous dejen de ser turísticos y generen dinero a la población que los admite. Los animalistas tienen muchas batallas que ganar aún a la hipocresía de unos y otros, pero todos podemos poner nuestro granito de arena.
y luego ruegan que no se «politicen» decisiones que se basan «únicamente en la defensa del animal», ya se sabe que «donde dije digo, digo Diego»…. así nos luece el pelo en este país! Saludos! Bea
http://www.elpais.com/vineta/?d_date=20100923&autor=Forges&anchor=elpporopivin&xref=20100923elpepivin_1&type=Tes&k=Forges
¿Nada ha cambiado?
Tanto las imagenes de las cavernas, o la escritura de los egipcios, mediante símbolos o figuras en las paredes de sus templos; como la Odisea o la Ilíada, pasando por la Biblia, El Quijote, la literatura de Shakespeare… todos guardan, pese a la diferencia de siglos y contextos, una misma esencia –perenne-, que los convierte, incluso hoy, en historias e imágenes impregnadas de la más regia actualidad. Esa idéntica naturaleza, clarividencia la propia de nuestro ser.
Como individuo, como especie, como civilización…cambiarán los modos y las formas; pero la sustancia, los impulsos, mantienen la misma inquietante inherencia. Son, igual de primitivos. Igual de actuales. ¡Qué lástima!…
Es una verguenza, como se puede llegar a ser ya no tan
incongruente, si no tán cínico.Quien puede creer que sea menos salvaje martirizar a un animal, que ver como lo martirizan desde la barrera
Lo que son capaces de hacer los politicos por un puñado de votos, que no creo que sean tantos pues los «corrabous no son tipicos de toda cataluña , ni siquiera creo que los pueblos que se hacen todos los
vecinos esten de acuerdo.
Espero ver a todos los ANTITAURINOS que se manifestaban en la puerta
de las plazas vayan a los pueblos con corrabou a aguarles las «fiesta»
nunca entendí porque los catalanes se manifestaron en contra de las corrida en las plazas y no en la calle, ¿será porque las primeras se asocian con lo español y las segundas, a las que llaman correbous no?. Qué ilusa fui admirando su movilización si en el fondo sólo haya sido por un tema político y no de defensa de los animales
Yo tb. fui de los que defendí el arte taurino en este blog. Sin entender el afán prohibicionista. A mi los correbous me repugnan y creo que a la mayoría de los que amamos la salvaje fiesta de los toros les pasa lo mismo. Cinismo e hipocresía.
Mi hermana que es veterinaria, me decía, primero te cogen una banda de latin kings, te acorralan, te dicen que te van a violar, te zarandean, te rodean y te lanzan unos contra otros, y cuando estás en el suelo tendida, arañada, golpeada y vilipendiada; te dicen, «venga bobina que no te vamos a violar», y si tienes algún síndrome post … lo que sea, es que tienes la piel fina, porque al fin y al cabo sólo te han hostiado.