El próximo en Arzak o en Martín Berasategui, O si lo prefieres mas televisivo, en el restaurante que tiene Arguiñano en Zarauz.
AnnaGB 29 octubre, 2010 en 18:39
¿Te imaginas a nuestros modernos representantes sindicales, jugándose el ir a la cárcel por defender a los trabajadores ? jajajaja. Un recuerdo para Marcelino Camacho.
Incrédula 29 octubre, 2010 en 21:32
Envidia sana de lo bien tratada que estás: Maruja al ajoarriero!!! Si me sale bien la técnica informática, te oumkalthumeo a la egipciana pero no tan antigua como la Cleopatra. Pruebo:
Y si esto queda tal como lo veo yo -una jeroglífico de letras y símbolos- quedaré como lo que soy: una payasa para que os jarteís de reir. Pero lo volveré a intentar. Merece la pena.
Incrédula 29 octubre, 2010 en 21:51
Incrédula 30 octubre, 2010 en 0:08
Confirmado. Soy una payasa. He intentado ponerte un vídeo de Oum Kalthoum y no me ha salido. Lo he vuelto a intentar, y tampoco. Bah!, seguro que la conoces de sobra. La novedad estaba en que había encontrado tres canciones subtituladas en inglés y por fin entendía todo ese sentimiento de su lírica. Sniff El tema es que por pereza no he ido a las clases que dan para el manejo del mac y entre el tiempo que hace que no toco un trasto de estos, el sistema operativo distinto, y la neurona que me queda que anda oxidada, pues ya ves tú qué panorama… Ando todo el día con la moral arrastrá, mecida por música de Ali Farka Touré y Toumani Diabaté, Kora Michaelian -Nor Dar-, y Oum Kalthoum, que otras melodías no tolero hoy -todos muertos, menos Toumani, por cierto- debido a la nostalgia que me provocan las ausencias de determinadas personas. Hoy, Marcelino Camacho. Ayer, otros. Todos ellos personas nobles, de compromiso social, con una sensibilidad que no encuentro en la derecha. Y ahora que ya nadie quiere hacer la distinción entre derechas e izquierdas, yo misma me inclino por reivindicar una nueva distinción: la gente de izquierdas es la gente con sensibilidad, con capacidad de tener compasión. En cuanto uno hace del dinero su prioridad vital está abandonando los valores morales con los cuales todos nacemos -a no ser que genéticamente esté defectuoso- y se empieza a convertir en un tipo de derechas. Ea! ahí queda eso. Gracias por haber vivido, Marcelino.
pastilla 30 octubre, 2010 en 3:40
Incrédula, yo encuentro mucha sensibilidad en Bertín Osborne jiji 😉
El próximo en Arzak o en Martín Berasategui, O si lo prefieres mas televisivo, en el restaurante que tiene Arguiñano en Zarauz.
¿Te imaginas a nuestros modernos representantes sindicales, jugándose el ir a la cárcel por defender a los trabajadores ? jajajaja.
Un recuerdo para Marcelino Camacho.
Envidia sana de lo bien tratada que estás: Maruja al ajoarriero!!!
Si me sale bien la técnica informática, te oumkalthumeo a la egipciana pero no tan antigua como la Cleopatra. Pruebo:
Y si esto queda tal como lo veo yo -una jeroglífico de letras y símbolos- quedaré como lo que soy: una payasa para que os jarteís de reir. Pero lo volveré a intentar. Merece la pena.
Confirmado. Soy una payasa. He intentado ponerte un vídeo de Oum Kalthoum y no me ha salido. Lo he vuelto a intentar, y tampoco. Bah!, seguro que la conoces de sobra. La novedad estaba en que había encontrado tres canciones subtituladas en inglés y por fin entendía todo ese sentimiento de su lírica. Sniff
El tema es que por pereza no he ido a las clases que dan para el manejo del mac y entre el tiempo que hace que no toco un trasto de estos, el sistema operativo distinto, y la neurona que me queda que anda oxidada, pues ya ves tú qué panorama…
Ando todo el día con la moral arrastrá, mecida por música de Ali Farka Touré y Toumani Diabaté, Kora Michaelian -Nor Dar-, y Oum Kalthoum, que otras melodías no tolero hoy -todos muertos, menos Toumani, por cierto- debido a la nostalgia que me provocan las ausencias de determinadas personas. Hoy, Marcelino Camacho. Ayer, otros. Todos ellos personas nobles, de compromiso social, con una sensibilidad que no encuentro en la derecha. Y ahora que ya nadie quiere hacer la distinción entre derechas e izquierdas, yo misma me inclino por reivindicar una nueva distinción: la gente de izquierdas es la gente con sensibilidad, con capacidad de tener compasión. En cuanto uno hace del dinero su prioridad vital está abandonando los valores morales con los cuales todos nacemos -a no ser que genéticamente esté defectuoso- y se empieza a convertir en un tipo de derechas. Ea! ahí queda eso. Gracias por haber vivido, Marcelino.
Incrédula, yo encuentro mucha sensibilidad en Bertín Osborne jiji 😉