Ya sabéis que, a veces, la musica hiere. La música no mata pero, cuando apuñala, lo hace a fondo, y mientras te desangras en languidez salen a pasear por el salón esos momentos que debieron haber sido y no fueron, esos encuentros que se volvieron espaldas. Yo tenía hoy una mañana de esas, deliberadamente borde con la música, contra la música. No, no te pongas ésa, que hace daño, ¿recuerdas? No, no te acerques ahí, que la pena muerde. No pienses siquiera en repetir ese acorde, esa nota, porque se reproduciría tal o cual esguince del corazón (que nunca se rompe: es el órgano más fuerte… pero se resquebraja, y no puede vendarse).
Entonces yo estaba muy cauta hoy, pasando por delante del iTouch sin mirarlo, dejando atrás la radio con reproductor CD como si no la conociera. Al punto de mi piso en donde tengo el equipo de música ni siquiera le he dirigido los pies. Hay días así, en que evitas las tumbas en donde depositaste tus pequeños adioses en forma de músicas.
Pero con el traicionero Internet eso ha cambiado. Y para bien. Porque la música me ha sorprendido a traición, como si me dijera: «Hermana, que las dos hemos estado en eso, pero fíate de mí, que soy más fuerte, más duradera. Dame la mano y sal de tu cobarde escondrijo».
Lo cuento. Me he ido, como cada mañana, a leer o releer los versos que deja en su blog El cigarro de José Agustín, y como tiene el tipo la costumbre de meter en él sus músicas favoritas, estaba yo en plena degustación de sus palabras cuando me llegaron otras que también me prendieron, pegadas a una música que me baldeó de amores.
Burra de mí, yo no conocía a Javier Ruibal. Tal como es os lo digo. Confieso que he vivido sin Ruibal, maldita sea. De modo que hoy, en esta mañana desaboría de mi sordera voluntaria, me ha vuelto el don de escuchar, y por una puerta grande que es también una puerta nueva para mí. Y me he puesto a espotifar como una salvaje y aquí estoy, escuchando como una niña buena. «De todo lo que besé, no doy beso por perdido» y «Yo cumplí mi compromiso, no se pescan por deporte atunes en el Paraíso». Amén y así sea.
Horas de besos y atunes
13 Comments
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La música siempre te encuentra, es la sublimación de todas las artes, afirmo. Y nuestro Txema, ay…
la música te da mucho pero te quita tanto…se lleva partes de ti que van asociadas a unas letras, unos acordes…Sí la música puede ser muy puta, pero como bien escribes, te abre nuevas puertas por las que dejar entrar nuevas melodías, nuevas emociones…
¿ que sería del mundo, sin la bendita música y sin Maruja Torres ?
No quiero ni saber lo que sería del mundo, y de mi mundo, sin esos dos ingredientes, Txema.. 🙂
Maruja por ser tú te perdono lo del maestro Ruibal, pero ya tienes delito!, ja ja… y aunque en mi blog no escribo versos como en «El cigarro de José Agustín» precisamente hace tres o cuatro días puse una canción de Ruibal… si lo quieres ver:
http://unlugardelcorazon.blogspot.com/2010/05/mas-minutos-musicales.html
Y, no sé a tí, pero a mí Ruibal con su voz, su música, su letra… en numerosas ocasiones me eriza la piel. Un beso. Bea
Por cierto «Para llevarte a vivir» es la que le dediqué yo a mi marido por su cumpleaños! Es impresionante!
Qué bien que hayas descubierto a Ruibal, Maruja! Viva él, viva tú, viva la música, por todos mis compañeeeeeeeeros y por mí el primero.
Maruja, te dejo la dirección del sitio web no oficial del maestro, ahí podrás conocer un poco más sobre el. http://www.javierruibal.com. Te recomiendo una de mis canciones preferidas «Guárdame»…..
Disfruta de su musica, así como nosotros disfrutamos de tus libros.
No dejes de echar un vistazo a su facebook. Ruibal lleva (muchos) años haciendo la mejor música. De cuando en cuando se deja caer por Galileo en Madrid y es un lujo.
Generalizo cuando hablo del Gaditano y es que tenemos muchos defectos, pero los aciertos son unicos!
No hay mejor manera de acabar una cita que subir la duna de Punta Paloma derramando vino y risas, tirarte sobre la arena cuando hagas cumbre, contar algun cuento con las estrellas de protagonistas y rematar susurrando alguna letra de Javier……..
Este hombre es una maravilla hecha bigote!
Y aquí va el mio, lo tengo muy abandonado…pero por si acaso!
Un beso Maruja!!
http://decadizavirginiaen80soplidos.blogspot.com/
Maruja, ¿sabes ese sitio tan bonito donde se celebra la Feria del Libro de Cádiz? Pues muy cerca de allí da a menudo conciertos Javier Ruibal. Una delicia.
¡Buenas noches! Soy una universitaria a la que encanta leer tus artículos en el País Semanal cada vez que pasa un domingo hogareño y tampoco sabía de Javier Rubial jaja.Solo decirte que al leer esta entrada ha sido inevitable no firmar y algo mítico que te habrán dicho miles de veces «no cambies».Un besico.