Los periódicos, durante el verano, han de salir de su rincón habitual para pasar el platillo. Es decir, deben ir a la caza de veraneantes, de aquellos que están de vacaciones y, se supone, no desean enfrentarse a noticias desagradables ni a reflexiones sesudas. Hasta aquí, vale. Las Revistas de Agosto ofrecen, además, algunos buenos bocados. Yo no me pierdo a Millás cuando publica. Claro que no me lo pierdo nunca.
Ahora bien. Dado que los periódicos tradicionales, en papel o en su versión digital, son cada día más frívolos, ¿qué sentido tiene incluir suplementos todavía más ligeros de cascos? Las lecturas, crucigramas, juegos… Tienen sentido. Pero la información que se da podría figurar en cualquier otro lugar del diario. De hecho, el resto del año figura en otras páginas.
No os subo nada de músicas ni otras delicatessen porque mi wifi va lento. Hoy ha salido el sol (sin fanatismos de temperatura) y voy a estrenar la toalla que compré en Gijón.
pues yo en la playa cada vez que voy al kiosko a comprar El País me quedo mirando y mirando a la Tita Cerveza en el Lecturas y a los pricipitos en el Hola y de vez en cuando y sin que me vea nadie !me los compro! y cuando llego a casa lo primero que hacen los intelectuales y sesudos es quitarmelos y empoyarselos. Tengo que cecir que en invierno los leo en el dentista y en la pelu
Los periódicos necesitan vender, también en verano; los periodistas necesitan vacaciones; los colaboradores necesitan cobrar, también en verano; los veraneantes necesitan leer y una tarea fija que cumplir aunque estén de vacaciones; los que trabajan necesitan aligerar la carga…. En fin, tú sabrás mejor que todos nosotros las razones y si se cumplen o no objetivos, querida Maruja.
Ahora que los contenidos de los cuadernillos de verano sean cada vez más ligeros, amarillos, rosas o cómo se les quiera llamar es lógico, ya que el propio contenido de los periódicos es cada vez más ligero de cascos, por decir algo.
Ha habido estupendas colaboraciones de verano de los mejores escritores y escritoras de nuestro país: Vicent, Millás, Mendoza…. ¿y tus crónicas del verano de la familia real? jeje.
Incluso pasatiempos interesantes. Recuerdo ahora un verano, cuando aún internet no lo teníamos todos ni en todas partes, un juego de búsqueda de información con pistas que hubo en El País que me tuvo muy entretenida en las siestas calurosas.
Pasará en la prensa diaria lo que ocurre en la radio y la televisión, que las cosas se degradan poco a poco y pierden su verdadero significado. Antes un coloquio era lo que seguía a la película en la programa «La clave» de J.L. Balbín, ahora ya sabemos todos lo que han proliferado las tertulias y la forma en que se habla en ellas y quién habla en ellas.
Para saber cosas sobre la familia tal o cual (ya les habéis puesto los calificativos antes, no hace falta que los repita) ya está la prensa del corazón. Si quieres las lees en la pelu o las compras. Pero si compras el periódico no esperas encontrarte con estas cosas y sin embargo ahí están. Mal hecho para mi gusto. Pero el negocio es el negocio ¿no? Y si no mirad los anuncios por palabras en la sección de contactos y similares.
En fin.
Pues hoy, por lo menos, está justificada la Revista de Verano por la fantástica columna que escribe Luz Sanchez Mellado. La titula » Divorciada con reparos». Genial.
Maruja, como tú bien decías (no con exactitud)) en tus entrevistas con los jóvenes periodistas en Gijón: «Hagas lo que hagas, hazlo bien, y si no te pagan adecuadamente te aguantas que estáis en la edad de pasar hambre» (muy agudo y entendible el fondo de la cuestión). Quiero decir, que cualquier tema deja de ser flojo, frívolo, serio, verde o blanco, si está tratado y escrito con rigurosidad y talento.
Leo ‘El País’ diariamente, junto a otras publicaciones de prensa local y provincial, con todos sus magazines y suplementos de variados «colores», que mi (generoso) trabajo me ofrece (gratis) cada día. Tengo mis prioridades, dependiendo del tiempo que pueda y quiera dedicar a su lectura, los hay que se quedan sólo con un vicheo a titulares, fotos y demás información puntual, sobre todo por contrastar versiones de determinados asuntos.
El diario ‘El País’ lo sigo desde sus inicios, y es mi referente más cercano de la actualidad y de la evolución social, cultural, política… de nuestra democracia; pese a saber del ‘pie que cojea’, he tenido claro que prefiero cojear de ese pie a sufrir alergias cutáneas de pronóstico reservado, con secuelas irreversibles (…).
Los suplementos de verano no me incordian, siempre pongo nuevas expectativas en ellos, y aunque los niveles, bajo mi punto de vista (obviamente), sean más o menos del mismo calibre que el resto de los contenidos, me gusta la leve brisa campestre de su recorrido. Tanto Genital como Archivaldo me han pisado: la simpática tira (de veranos pasados) de Carlos Cay, y la de Luz Sánchez Mellado, de hoy. Recomiendo también la de ‘Verano Húmedo’: por aquello de subir…el ánimo.
Por si le interesa a alguien, dejo enlace de las entrevistas(jueves) de Carlos Boyero:
http://www.elpais.com/edigitales/entrevista.html?encuentro=7013&k=Carlos_Boyero
PD.: me releo y me veo un poco petarda pero, a ver: así me salió.
En revistas de verano a veces hemos leído relatos cortos muy entretenidos también de Marías. Sí que quizás también cabrían en el periódico diario, pero creo que es puro marketing, quizás al hacer esa distinción se atreven a abrir el periódico personas que en otras épocas del año no lo leen y luego acaban leyéndolo todo. Yo misma, en mis trayectos en tren empiezo El país por detrás. Y me encantan las columnas. Lo obituitariosme entretienen porque son biografías de las personas fallecidas y son interesantes. Y acabo por la actualidad, pero no siempre leo el contenido, a veces solo los titulares y el preámbulo. Creo que el formato del periódicto ha de ser también atractivo.
Hay una sección en algunos periódicos,muy pequeña y casi escondida entre el crucigrama,el sodoku y otros pasatiempos.Es el recordatorio de los cumpleaños de los personajes que la redacción cree que nos puede interesar la edad que tienen.
Una vez me gasté una broma a mi mismo y envié al director, el día de mi cumpleaños y los años que ya llevaba cumplidos.Para demostrar mi importancia social,puse en la filiación «lector de su diario».Obviamente, no recordaron, ni comunicaron a nadie los años que cumplía,ni el día tan celebrado.Ser lector de un periódico no es relevante, ni,logicamente, importante.
Ays Anna, una semanita, mañana y tarde deleitándonos nuestro Juajo. Tengo una idea…que Maruja haga un encuentro de esos en cualquier Uni de verano o donde sea… y además de deleitarnos con ella, su obra, su experiencia, su sabiduría, su chispa, su alegría, sus puntos de vista…podíamos conocernos toda la vasca bloguera… Podemos pedírselo al arzobispado de Valencia…tu no tenías mano allí? o a la Rita Barbacoa… pero, no, no… es mala idea… Porque lo de excomulgarnos nos daría igual, pero y si nos obligan a ponernos cilicios cada vez que digamos un taco… De eso nada…mejor pensamos en otras opciones.
Y sigue la tarde…
Isabel
Sí decididamente a estas publicaciones, cierto es, que su calidad no es la que era, cierto que son muy banales y amarillistas si nos salimos de crucigramas y pasatiempos , que por otra parte también han bajado mucho el nivel.
Pero claro, si cada vez somos más banales y menos esforzados , así como, más «cotillas» y «filibusteros» , en general como sociedad -no se me vaya a malinterpretar xd- pues el nivel será el que es, con las honrosas y escasas excepciones que , ya, conocemos.
Un placer visitar este blog, por todos-as en general
Maruja, eres un lujo entre nosotros, una dádiva de tu generosidad.
Yo busco en el periódico las noticias y los comentarios; me sobran la mayor parte de los cuadernillos, los coleccionables y las «morcillas rellenas de cebolla» cuando hay poca cosa que contar; en esos casos, aprovechen para ahorrar papel.
Por muchas clases que den, las novias de los curas siempre saldrán de las chicas de rosario y comunión diaria. Que se jodan.
No será que tenemos una innata afición para olvidar? Seguramente por eso nos lanzamos a las ‘lecturas de verano’ y a unas vacaciones somníferas que nos permitan hacer borrón y cuenta nueva. Estoy particularmente a favor de hacer paradas de relax corporal, físico, pero me niego en rotundidad a olvidar las sesudeces, puesto que en el olvido del pasado está el malestar futuro. Nos la clavan profundio y nos la seguirán clavando gracias a nuestra memoria de pez, en ocasiones involuntaria y en verano aciaga y programada. Me niego a darles descanso a los que nos dan malas noticia y también a los que nos las dan buenas por complicidad, ni duros a cuatro pesetas ni pesetas de las duras.
Además, tampoco es incompatible la firmeza con la felicidad. El olvido de nuestros males es lo que hace efímera la felicidad.
Pero no todo está perdido