Verle tal como está es lo peor. No sufre tratamiento agresivo, pero bastante agrede la observación. No quiero que le hagan biopsias de ningún tipo. Tiene trece años, por Dog. Me han hecho sacarle para ver si meaba y ha salido, cojeando y animoso, creyendo que le devolvía a nuestro hogar. Me he sentido muy mal al devolverle. «Es que no tenía ganas», me han dicho cuando les he informado de que ya no sabe levantar la pata y mear, aunque recuerda el buscar los olores. Si hay algo que me pone de mala leche son las buenas intenciones y las buenas palabras infundadas. De modo que he decidido darnos 24 horas más; es lo que dice el médico. Igual reacciona, no para curarse sino para disfrutar un poquico más de la vida. En todo caso he tomado una decisión. Le dormiremos en casa, en su mantita, rodeado de sus juguetes y cosas queridas, y de quienes le hemos amado y hemos recibido su cariño.
Gracias, sigo diciendo.
» Si hay algo que me pone de mala leche son las buenas intenciones y las buenas palabras infundadas» ídem.
Muchos besos y ánimo. Excelente decisión que sea en casa, es muy importante. Más besos.
Nos duele la muerte -hasta mentarla nos duele- porque nos deja huérfanos de cariño, de afecto.
También porque no la tenemos asimilada como hecho natural, como parte del proceso de la vida. La tememos, a pesar de ser el definitivo descanso merecido, si la vida la hemos vivido a tope, como hay que vivirla, cada día como si fuera el último, dándonos y dando, no hurtando de ella esas cosas que no podemos llevarnos en esa sonrisa que se depositará en los labios, si la vida ha sido rica en experiencias de amor del grande, no exclusivo y excluyente, el día que por fin expiremos.
Cuando es el otro el que muere, sea can, sea humano, si es querido lloramos y nos lamentamos, no por su mala suerte, sino por nuestra desgracia, porque le perdemos, y perdemos una de las cada vez menos fuentes de amor, empatía, comprensión, disgustos también, porqué no, de vida viva en definitiva.
Los perros, y otros animales de compañía, nos acompañan en estas nuestras soledades de tantos individuos individualizados a la fuerza por un tipo de sociedad que sin ser consciente de ello, está dirigida a no ser sociable, a no tener tiempo para nada, a desconfiar del otro, a ser individualista en el peor de los sentidos. Sin embargo, por más que se empeñen, nadie podrá descastarnos hasta el punto de dejarnos sin ganas de amar y ser amados.
Como mínimo, siempre habrá un perro, un gato, un animal de compañía, en nuestras vidas. Un perro, Tonino en este caso, que nunca nos defraudará como suele pasar con los humanos. Aunque sobre este tema habría que hacer muchas y profundas reflexiones también. Pero volviendo a Tonino, llenó tu vida de muchos momentos muy ricos, que sin él hubieran estado, probablemente, vacíos. También, y ahí voy, en alguno de los paseos que diste con él, conoció Tonino otros perros, y tú, Maruja, quizás, al menos una vez, conociste a algún dueño o dueña de esos perros; te interesó, te emocionó, fue un regalo de Tonino que te permitió ver que los perros suelen estar en compañía de personas -no siempre- estupendas.
Mi mano en la patita de Tonino. Entre mis recuerdos más agradables, los que pasé con mis perros, ya fallecidos. El dolor que sentí en cada una de sus pérdidas me permite comprender el tuyo. Lo siento por ti, Maruja. Si te sirve de algo, es cierto eso que dicen que el tiempo ayuda a aliviar el dolor. También la ilusión de un nuevo compañero. Un abrazo. Incrédula.
Creo que es lo mejor que podrias hacer…. CON ÁNIMO DE CORAZÓN, y una leve sensación en el alma, os deseo lo mejor.
Cuidate Maruja!
Besos madrileños.
¡Muchos ánimos, Maruja querida!
Ya ves que todos estamos contigo y con Tonino, uno de los perros más afortunados que existen: contigo por amiga…
Mímalo mucho e intenta transmitirle todo el cariño de los que te seguimos.
Un beso muy grande, guapa.
Querida Maruja, me estoy acordando mucho de tí y de Tonino desde que supe que estaba enfermo. Mi perrita Kira era de la quinta de Tonino, lo recuerdo bien porque hace muchos años que te sigo y me hizo gracia la coincidencia. Hace un año que nos dejó, de un ataque al corazón, algo bastante frecuente en los caniches al parecer. Estuvo cuatro años tomando pastillas, pero sin disminuir su calidad de vida, solo un poco el ritmo, y aún así era dificil seguirla. LLegó como un regalo para mi hija, para paliar un poco su soledad de hija única, y se instaló en nuestras vidas como un miembro más de la familia, más familia que muchas personas. Fue compañera inseparable de juegos, promotora de paseos, confidente de amores y desamores, cómplice incondicional siempre. Me consuela que no la vi sufrir, que hasta el final fue la misma de siempre, tuvo una buena vida y una buena muerte,(es lo que deseo para mí y la gente que amo), y ahora descansa en uno de sus lugares favoritos, en la Serra d’Aitana, con vistas a la Bahía de Altea .Sobre todo me alegra no haber tenido que tomar yo la decisión, porque sin duda hubiera sido una de las más difíciles de mi vida, como con cualquier otro ser querido.
La echo mucho de menos, como a todos los que ya no están y como todos ellos siempre tendrá un lugar en mi corazón. Nos quedan los recuerdos. Muchos ánimos Maruja en estos momentos tan difíciles . Es la vida, y qué es la vida sino un melodrama?
Hola Maruja, no sé qué decir. Sólo estar aquí y hacer compañía. Un beso.
Maruja, vuelvo por aquí para releer algunas de las cosas que te han escrito. Me ha gustado mucho la frase que te decía así más o menos: Tonino se va a mudar al confortable sitio que es tu memoria.
Veo también a Carmenchu, te leo siempre, aprovecho para desearte feliz 2011 a tí y a los demás bloggeros de Mary.
Insisto en que no dejes que la enfermedad se adueñe del todo del cuerpo de Tonino. Si él razonara es lo que te pediría seguro.
Abrazos, Maruja, que te queremos, ya lo sabes.
Lo siento mucho Maruja. Aún recuerdo cuando en un artículo nos hablaste de Tonino y de porqué le pusiste ese nombre, desde entonces cada vez que hablabas de él lo sentía como si fuera un poco mío.
Un abrazo para ti y una caricia para Tonino.
Pienso mucho en vosotros, pero respeto tu silencio…y lo comprendo.
todo mi afecto para tí en estos malos momentos que estas pasando,y…lo siento, no me sale que más decirte,solo un beso