He estado un rato comprobando, una vez más, cómo de la ignorancia surge la Maldad. Obviando los deseos desproporcionados de riqueza y poder intermedios a costa de lo que sea y de quien sea.
Me ha costado trabajo -a causa de mi ignorancia también- invertir los colores de texto y fondo que me han parecido más emotivos de los homenajes que he llegado a leer, que no han sido todos, de momento:
-Es tarea más ardua honrar la memoria de los seres anónimos que de las personas célebres. La construcción histórica está consagrada a la memoria de los que no tienen nombre. Walter Benjamin
-El tres es el número del hombre y Milton era un hombre. Como yo. Ni más ni menos. Yo ahora estoy escribiendo respecto a él y, sólo por azar, no es él quien está escribiendo respecto a mí.
-Tulio Unomás es mi nombre aunque me recuerden en el pueblo con el del ingrato Tulio, desertor de sus condiciones de vida, Señor Unomenos que abandonó a sus viejos junto con sus deudas, mandando al carajo y de un manazo no sé cuántas promesas. Y nunca sabrán con cuánta razón. Por razón del elemento plomo que un bachiller me informó es causador de la rabia a cuenta gotas, de las migrañas y el cretinismo, lo cual pude verificar, cuando fue mi turno de ponerme bajo una lluvia de plomo. Ahora, que esa enfermedad cunde también en mi pueblo en su forma más leve. Le da por ejemplo a un novio o marido encelado antes de aporrear a su mujer, a las mujeres durante sus maledicencias o a un miembro de la policía o del cabildo si se olvida uno del regalo. Pero lo que es allá, ha tomado otras proporciones y no yerro en decir que mi viaje fue al mundo de los cretinos. A este mundo aterriza uno siempre frente a una vía férrea -y la hierba entorno crece con rabia visiblemente intoxicada- y a lado de las vías, las dos piernas y, encima de las piernas, la persona entera de nuestro contacto, la coyote, que nos cuenta como ganado y mientras creíamos ya ponernos en camino, porque el número es exacto, vemos que no será bajo esta guía porque a la vuelta de la esquina aparecen dos cretinos de su banda que despachan a nuestra ex coyote de un mazazo y la hierba recibe sus lindas piernas y sesos y nosotros, uno que otro golpe. De golpes perdidos igual se muere, y entre los Unomenos se quedó allí alguien, para demostración. Luego fue el camión. El coyote suplente nos llevará en camión. A los camiones los odio, siempre los he odiado. En éste íbamos hacinados, oliendo a hiena, con la vejiga bajo amenaza de si ensuciábamos y, mientras la lluvia tamborileaba sobre el capote, sufríamos sed maldita, entonces platicábamos, una regional de la miseria: Unomenos de ambos sexos y seis nacionalidades, haciendo agua y muriéndonos de sed, las suelas gastadas, sin calcetines, el callo nuevo sobre el viejo y con todo, con nuestras mejores galas, algo para presentarse en el mercado de trabajo. Aunque la oferta nos llegó sin solicitarla. Andábamos con la banda perdedora, eso debe de quedar claro y, si se contacta a un coyote en el pueblo, es necesario informarse de los golpes dados aquí al narcotráfico. En ese momento estaban en plenas represalias en su contra y ni siquiera se tomaron la pena de pedir rescate por nosotros. Nos bajaron y pusieron contra la pared. Se trataba de arruinarle esa rama a la banda concurrente ahora que andaba con las de perder: la rama de los Unomenos, de la transmigración, rama del contrabando de personas muy emparentada con la del secuestro local, por cierto que uña y carne con las ramas de la extorsión y putería, que se arraigan a su vez en la del narcotráfico, y así hasta cubrir el repertorio completo de las economías subterráneas. ¡Y nosotros de una mansedumbre! -cual es por lo general sano tener ante el plomo, la enfermedad del plomo, y aquellos cretinos estaban infestados. Se nos unen o los mato. Como padecíamos privación de libertad, conservaré siempre mis dudas respecto a la sinceridad de su oferta de trabajo, dirigida a Señoras, Señores y Señoritas en manojos de a cuatro, fraternalmente agarrados de las manos y, para mayor seguridad, con unas cuerdas, a quienes se nos preguntó si queríamos ser sicarios y que nos pagarían bien o quizás esa parte la imaginamos- y, para que fuéramos justos, estábamos también ciegos con los ojos vendados. Luego nos llovió sobre mojado: Plomo.
AnnaGB 3 noviembre, 2010 en 17:00
Es muy doloroso, ver que esto es realidad y actual. Y nosotros sin poder hacer nada si no es lamentarnos.
Jesús Garrido 3 noviembre, 2010 en 23:21
nada haremos, sólo ver, un espectáculo más
Incrédula 4 noviembre, 2010 en 1:44
Buenas noches, Maruja. Hoy has currado un montón. Como te gusta la ópera -a mí no me entusiasma- pongo «Die Dreigröschenoper» (La Ópera de Los Tres Peniques) de Bertold Brecht y Kurt Weill. Esta sí me encanta. Me entusiasma. La escucho a tu salud. Que los sueños logren reparar las afrentas de este día tan aciago.
GLÒRIA 4 noviembre, 2010 en 3:20
Maruja, Fa quaranta anys et llegia a Fotogramas. El teu blog mostra les teves inquietuds i la teva permanent sed de justícia. No estic d’acord en que diguis que la política francesa que va acompanyar la Sánchez Camacho a Badalona és chaparra etc.etc. No sé perquè tens el mal gust de relacionar l’aspecte físic d’una persona amb les seves nefastes idees. Posa’t amb les idees i deixa’t estar de si porta els cabells com la Joana d’Arc. Em sap greu veure que ningú t’escriu en català i que tampoc, a la teva llista de blogs preferits, n’hi ha cap en català. «Un calor tan cercano» em va agradar molt.
Incrédula 4 noviembre, 2010 en 10:46
Glòria, Yo misma podría escribir en catalán, pero ¿qué sacaría con ello? La red es la red y como tal es global. Eso significa que excede el ámbito de Catalunya. Eso significa que para entendernos hace falta el uso de un idioma común que sea comprensible para el mayor número de personas. Un idioma en el cual, además, seamos capaces de expresarnos correctamente para que se nos entienda y para entender. Si elegimos el inglés, que no nos es propio, la cagaremos, a pesar de que es el más hablado. Los catalanes tenemos la riqueza de dos lenguas y la posibilidad de elegir una u otra, según el ambiente en el que nos hallemos. Esto es, hablamos catalán cuando TODOS los miembros de la conversación lo comprenden, cuando no es así, no sólo por educación, sino también para que podamos entendernos bien TODOS, elegimos el castellano.
En cuanto al aspecto físico de las personas, lamento no poderte remitir a alguna página de internet -dispongo de poco tiempo-, pero la psicología ha divulgado amplios estudios sobre la personalidad en relación al aspecto físico. Ya no te cuento si se trata de la forma en que uno elige cómo cortarse el pelo para mostrarse ante los demás, por ejemplo.
Lamento «sonar» un poco tajante, pero acabo de aterrizar y la comunidad de vecinos ha decidido que mi terraza merecía por fin ser renovada. El ruido de la máquina que corta las baldosas me vuelve majara. Un saludo sincero. Petons.
AnnaGB 4 noviembre, 2010 en 14:27
Jo penso el mateix que la incrèdula. No es tracta d’un blog català sino d’un blog de Maruja Torres en el que tots hi cabem, siguem de Catalunya o de l’estranger. El més educat és, per tant, escriure en una llengua que la majoria coneguin. Més que res perqué l’objectiu final d’aquest medi es comunicar-nos.
Patricia 4 noviembre, 2010 en 15:29
Hola Maruja:
Solo decirte una idea recurrente que tengo con respecto a ti: el convencimiento de que debían darte el Premio Nobel de Literatura. Tu estilo y el uso que haces del lenguaje es único.. Me encantaría conocerte. Patricia
AnnaGB 4 noviembre, 2010 en 15:31
I més, jo faig contacte amb els blogs en funció del seu interés, qualitat, cercania o estimació al titular del blog, peró no en funció del pais de procedència del mateix. Aixó no seria intel.ligent.
He estado un rato comprobando, una vez más, cómo de la ignorancia surge la Maldad. Obviando los deseos desproporcionados de riqueza y poder intermedios a costa de lo que sea y de quien sea.
Me ha costado trabajo -a causa de mi ignorancia también- invertir los colores de texto y fondo que me han parecido más emotivos de los homenajes que he llegado a leer, que no han sido todos, de momento:
-Es tarea más ardua honrar la memoria de los seres anónimos que de las personas célebres. La construcción histórica está consagrada a la memoria de los que no tienen nombre. Walter Benjamin
-El tres es el número del hombre y Milton era un hombre. Como yo. Ni más ni menos. Yo ahora estoy escribiendo respecto a él y, sólo por azar, no es él quien está escribiendo respecto a mí.
-Tulio Unomás es mi nombre aunque me recuerden en el pueblo con el del ingrato Tulio, desertor de sus condiciones de vida, Señor Unomenos que abandonó a sus viejos junto con sus deudas, mandando al carajo y de un manazo no sé cuántas promesas. Y nunca sabrán con cuánta razón. Por razón del elemento plomo que un bachiller me informó es causador de la rabia a cuenta gotas, de las migrañas y el cretinismo, lo cual pude verificar, cuando fue mi turno de ponerme bajo una lluvia de plomo. Ahora, que esa enfermedad cunde también en mi pueblo en su forma más leve. Le da por ejemplo a un novio o marido encelado antes de aporrear a su mujer, a las mujeres durante sus maledicencias o a un miembro de la policía o del cabildo si se olvida uno del regalo. Pero lo que es allá, ha tomado otras proporciones y no yerro en decir que mi viaje fue al mundo de los cretinos. A este mundo aterriza uno siempre frente a una vía férrea -y la hierba entorno crece con rabia visiblemente intoxicada- y a lado de las vías, las dos piernas y, encima de las piernas, la persona entera de nuestro contacto, la coyote, que nos cuenta como ganado y mientras creíamos ya ponernos en camino, porque el número es exacto, vemos que no será bajo esta guía porque a la vuelta de la esquina aparecen dos cretinos de su banda que despachan a nuestra ex coyote de un mazazo y la hierba recibe sus lindas piernas y sesos y nosotros, uno que otro golpe. De golpes perdidos igual se muere, y entre los Unomenos se quedó allí alguien, para demostración. Luego fue el camión. El coyote suplente nos llevará en camión. A los camiones los odio, siempre los he odiado. En éste íbamos hacinados, oliendo a hiena, con la vejiga bajo amenaza de si ensuciábamos y, mientras la lluvia tamborileaba sobre el capote, sufríamos sed maldita, entonces platicábamos, una regional de la miseria: Unomenos de ambos sexos y seis nacionalidades, haciendo agua y muriéndonos de sed, las suelas gastadas, sin calcetines, el callo nuevo sobre el viejo y con todo, con nuestras mejores galas, algo para presentarse en el mercado de trabajo. Aunque la oferta nos llegó sin solicitarla. Andábamos con la banda perdedora, eso debe de quedar claro y, si se contacta a un coyote en el pueblo, es necesario informarse de los golpes dados aquí al narcotráfico. En ese momento estaban en plenas represalias en su contra y ni siquiera se tomaron la pena de pedir rescate por nosotros. Nos bajaron y pusieron contra la pared. Se trataba de arruinarle esa rama a la banda concurrente ahora que andaba con las de perder: la rama de los Unomenos, de la transmigración, rama del contrabando de personas muy emparentada con la del secuestro local, por cierto que uña y carne con las ramas de la extorsión y putería, que se arraigan a su vez en la del narcotráfico, y así hasta cubrir el repertorio completo de las economías subterráneas. ¡Y nosotros de una mansedumbre! -cual es por lo general sano tener ante el plomo, la enfermedad del plomo, y aquellos cretinos estaban infestados. Se nos unen o los mato. Como padecíamos privación de libertad, conservaré siempre mis dudas respecto a la sinceridad de su oferta de trabajo, dirigida a Señoras, Señores y Señoritas en manojos de a cuatro, fraternalmente agarrados de las manos y, para mayor seguridad, con unas cuerdas, a quienes se nos preguntó si queríamos ser sicarios y que nos pagarían bien o quizás esa parte la imaginamos- y, para que fuéramos justos, estábamos también ciegos con los ojos vendados. Luego nos llovió sobre mojado: Plomo.
Es muy doloroso, ver que esto es realidad y actual. Y nosotros sin poder hacer nada si no es lamentarnos.
nada haremos, sólo ver, un espectáculo más
Buenas noches, Maruja.
Hoy has currado un montón. Como te gusta la ópera -a mí no me entusiasma- pongo «Die Dreigröschenoper» (La Ópera de Los Tres Peniques) de Bertold Brecht y Kurt Weill. Esta sí me encanta. Me entusiasma. La escucho a tu salud. Que los sueños logren reparar las afrentas de este día tan aciago.
Maruja,
Fa quaranta anys et llegia a Fotogramas. El teu blog mostra les teves inquietuds i la teva permanent sed de justícia.
No estic d’acord en que diguis que la política francesa que va acompanyar la Sánchez Camacho a Badalona és chaparra etc.etc. No sé perquè tens el mal gust de relacionar l’aspecte físic d’una persona amb les seves nefastes idees. Posa’t amb les idees i deixa’t estar de si porta els cabells com la Joana d’Arc.
Em sap greu veure que ningú t’escriu en català i que tampoc, a la teva llista de blogs preferits, n’hi ha cap en català.
«Un calor tan cercano» em va agradar molt.
Glòria,
Yo misma podría escribir en catalán, pero ¿qué sacaría con ello? La red es la red y como tal es global. Eso significa que excede el ámbito de Catalunya. Eso significa que para entendernos hace falta el uso de un idioma común que sea comprensible para el mayor número de personas. Un idioma en el cual, además, seamos capaces de expresarnos correctamente para que se nos entienda y para entender. Si elegimos el inglés, que no nos es propio, la cagaremos, a pesar de que es el más hablado. Los catalanes tenemos la riqueza de dos lenguas y la posibilidad de elegir una u otra, según el ambiente en el que nos hallemos. Esto es, hablamos catalán cuando TODOS los miembros de la conversación lo comprenden, cuando no es así, no sólo por educación, sino también para que podamos entendernos bien TODOS, elegimos el castellano.
En cuanto al aspecto físico de las personas, lamento no poderte remitir a alguna página de internet -dispongo de poco tiempo-, pero la psicología ha divulgado amplios estudios sobre la personalidad en relación al aspecto físico. Ya no te cuento si se trata de la forma en que uno elige cómo cortarse el pelo para mostrarse ante los demás, por ejemplo.
Lamento «sonar» un poco tajante, pero acabo de aterrizar y la comunidad de vecinos ha decidido que mi terraza merecía por fin ser renovada. El ruido de la máquina que corta las baldosas me vuelve majara. Un saludo sincero. Petons.
Jo penso el mateix que la incrèdula. No es tracta d’un blog català sino d’un blog de Maruja Torres en el que tots hi cabem, siguem de Catalunya o de l’estranger. El més educat és, per tant, escriure en una llengua que la majoria coneguin. Més que res perqué l’objectiu final d’aquest medi es comunicar-nos.
Hola Maruja:
Solo decirte una idea recurrente que tengo con respecto a ti: el convencimiento de que debían darte el Premio Nobel de Literatura. Tu estilo y el uso que haces del lenguaje es único..
Me encantaría conocerte. Patricia
I més, jo faig contacte amb els blogs en funció del seu interés, qualitat, cercania o estimació al titular del blog, peró no en funció del pais de procedència del mateix. Aixó no seria intel.ligent.
incrédula 🙂