Trueba se vuelve cirujano de realidades, uniendo imposibles: «Se fue a buscar algo que echarle a la televisión que no tuviera sabor a televisión, sino a tierra». qué belleza!
AnnaGB 20 septiembre, 2010 en 21:17
Cuando se pone el sentimiento sincero en un escrito, qué cosas tan bonitas pueden decirse.
Pilarvv 20 septiembre, 2010 en 22:43
Seguramente cuando alguien fallece mucha gente se lía a cantar sus alabanzas, sean o no verdad, las crea quien las escribe o no. Pero en este caso, me gusta pensar que Jose Antonio Labordeta, consiguió algo muy díficil para quien tiene una imagen pública, reconocerse en el espejo cada mañana, no olvidar quien era y de dónde venía. Quizás por ello es significativo el respeto y el cariño con el que se habla de él en los medios, incluso en aquellos cuya línea editorial se aleja bastante de los valores y posicionamientos políticos que defendió siempre. No nos repone de la pérdida pero alivia un tantico.
Leer está de moda 21 septiembre, 2010 en 0:47
Precioso, ¡sí!
Andrés 21 septiembre, 2010 en 14:20
Trueba demuestra también sensibilidad en la columna de hoy. A mí me pareció accidental. Pero de accidentes también sale arte.
Trueba se vuelve cirujano de realidades, uniendo imposibles: «Se fue a buscar algo que echarle a la televisión que no tuviera sabor a televisión, sino a tierra». qué belleza!
Cuando se pone el sentimiento sincero en un escrito, qué cosas tan bonitas pueden decirse.
Seguramente cuando alguien fallece mucha gente se lía a cantar sus alabanzas, sean o no verdad, las crea quien las escribe o no. Pero en este caso, me gusta pensar que Jose Antonio Labordeta, consiguió algo muy díficil para quien tiene una imagen pública, reconocerse en el espejo cada mañana, no olvidar quien era y de dónde venía.
Quizás por ello es significativo el respeto y el cariño con el que se habla de él en los medios, incluso en aquellos cuya línea editorial se aleja bastante de los valores y posicionamientos políticos que defendió siempre.
No nos repone de la pérdida pero alivia un tantico.
Precioso, ¡sí!
Trueba demuestra también sensibilidad en la columna de hoy. A mí me pareció accidental. Pero de accidentes también sale arte.