Desde la tienda de piedras bonitas que os he sacado en la foto, y que a mí me encanta, porque hace que me sienta niña en el Paraíso, hasta el hombre que ha conseguido un melón y lo saborea sentado tranquilamente, al final de su jornada, en el bordillo. Desde la nariz chata a la fuerza de la pirámide de Keops hasta la tremenda pelea entre taxistas porque uno le ha rozado la carrocería al otro. Desde las turistas alemanas que se defienden del sol con un tocado a lo tuareg que ve tú a saber quién las ha engañado, hasta la familia que, ceremoniosa, entra en la tienda de abajo, en la Singer, y permanece durante horas calibrando las posibilidades y las ofertas, pues ha llegado el momento de comprarle a la esposa, que lo cose todo, una máquina nueva, ¡por fin sin pedalear! Ay Cairo, Cairito.
Y, decididamente, hace sol.
Has alargado tu verano con ese viaje en esta época. Aquí estamos ya con el frío encima. Vas a notar mucho el cambio de temperatura, de luz, de civilización urbana. Espero que no pierdas el pen donde tengas escrita la novela………, la editorial no se lo creería.
No acercas Egypto y allí está un país mediterraneo no tan ajeno a nosotros , el hombre del melón , la singer nueva, el follón del tráfico, las peleas …..Andalucia finales de los sesenta
Mola mucho seguir tu viaje, la verdad, aquí hoy han pasado muchas cosas.Un gobierno nuevo, se va Teresa de la Vega, y viene Rosa Aguilar, fíjate¡¡ Ministra, quien lo podía imaginar en los tiempos de la “pinza” y Leire a Sanidad, todos haciendo chistes, ya sabes cuando la toman con alguien… Juegos de palabras con paja pajilla pajin, ea¡
Y el frió…
Tengo una Singer. A ver cuando me atrevo a coser a máquina.