Me está bien empleado por haber rozado el sacrosanto nacionalismo en algún comentario. Como veis, resulta muy fácil perderse en ese territorio koala. Y no por su inmensidad, sino porque uno tropieza en seguida con obstáculos. Si os parece, pasamos de ello, que el tema ya me aburre y además estoy con un queso de bola haciéndole vudú a la selección holandesa.