Amiga María, el cuerpo le duele de aguantar lo que tiene encima, es evidente.
Tini 21 diciembre, 2010 en 13:14
¡¡¡La sonrisa del régimen!!!
AnnaGB 21 diciembre, 2010 en 14:30
Hosti tú, ¡qué informal! quién diria que detrás de esa sonrisa y de esa apariencia jovial, relajada, casi amable se esconde un tipo duro, casi tanto como su jefe en excedencia. Lástima que en el fondo sólo los diferencie su expresión y rasgos físicos. Algo es algo
Ángeles Pérez 21 diciembre, 2010 en 15:32
Joder….Y yo sin pastillas para el ardor de estómago….la vírgen.
Txomin Goitibera 21 diciembre, 2010 en 15:58
Yo sostengo la teoría de que este tipo es una especie de muñeco de ventrílocuo de sí mismo, una cortina de humo que quiere evital que nos fijemos… el él precisamente, que a su vez es una cortina de humo que nos pretende ocultar al mismo Gonzalez Pons, que al mismo tiempo…
diminutoblog 21 diciembre, 2010 en 17:07
Comprendo que éste señor despierte algunas simpatías, y aunque me ponga las escarpias como pelos, pero me desvela que despierte esperanzas, tan somníferos como me parecen sus párpados.
electra 21 diciembre, 2010 en 17:42
Azaplanado se le ve al pollo, la tez, que no el look. Encantado de conocerse, sin decencia y ¡sin complejos! En realidad no sé por qué les dedicamos un minuto, o sí lo sé, claro, porque nos dan pavor.
turulata 21 diciembre, 2010 en 20:02
jajajajaja, ¿quién es ese hooooombre?
Krust 21 diciembre, 2010 en 21:59
Pero Mujera!!! Que has puesto una foto de Pablo Carbonell, ¿o me lo parece a mí? Clavaíto, clavaíto 🙂
María Luisa 22 diciembre, 2010 en 9:22
Así lucen los lobos disfrazados de casual look de corderos
¿Le duele el cuerpo de ser tan galán?
Amiga María, el cuerpo le duele de aguantar lo que tiene encima, es evidente.
¡¡¡La sonrisa del régimen!!!
Hosti tú, ¡qué informal! quién diria que detrás de esa sonrisa y de esa apariencia jovial, relajada, casi amable se esconde un tipo duro, casi tanto como su jefe en excedencia. Lástima que en el fondo sólo los diferencie su expresión y rasgos físicos. Algo es algo
Joder….Y yo sin pastillas para el ardor de estómago….la vírgen.
Yo sostengo la teoría de que este tipo es una especie de muñeco de ventrílocuo de sí mismo, una cortina de humo que quiere evital que nos fijemos… el él precisamente, que a su vez es una cortina de humo que nos pretende ocultar al mismo Gonzalez Pons, que al mismo tiempo…
Comprendo que éste señor despierte algunas simpatías, y aunque me ponga las escarpias como pelos, pero me desvela que despierte esperanzas, tan somníferos como me parecen sus párpados.
Azaplanado se le ve al pollo, la tez, que no el look.
Encantado de conocerse, sin decencia y ¡sin complejos!
En realidad no sé por qué les dedicamos un minuto, o sí lo sé, claro, porque nos dan pavor.
jajajajaja, ¿quién es ese hooooombre?
Pero Mujera!!! Que has puesto una foto de Pablo Carbonell, ¿o me lo parece a mí? Clavaíto, clavaíto 🙂
Así lucen los lobos disfrazados de casual look de corderos