Lo que tienen estos trippies promocionales es que suelo resistir muy bien unos horarios tremendos, un despertar al amanecer, un esfuerzo físico considerable, unos maquilleos incesantes… Pero eso me mantiene en pie, porque es muy espídico ir de un lado a otro hablando de una misma y recibiendo el cariño de la gente. En la Feria del Libro de Valencia recibí muchísimo, mis amigos Nuria, Francis y el pequeño César, así como la madre de Nuria -qué mujer más tierna- me trataron como a una de la familia, y firmé mucho y fui muy feliz en la caseta de su librería, la Shalakabula, con sede en el barrio de Mislata. Pero la casa de una es la casa de una, y cada vez que regreso y dispongo de unas horas de descanso las aprovecho como si no hubiera un mañana. Además, ayer ya tenía uno de los sofás retapizados -color lavanda-, y me despatarré en cuanto Neus me ayudó a recubrirlo con uno de mis trapos damascenos, para que Tonino no lo manche. Allá nos arrebujamos los dos, él apoyado en mi pantorrilla y yo de vez en cuando echando el ojo a una serie grabada en mi ausencia y, de nuevo, brrrrrrrrrrrrmmmmmmm, otra siesta. He dormido hasta hace poco, ya en mi propia cama pero con Tonino en el mismo aparcamiento.
Tras un doble Clooney, empiezo a ingerir vitaminas, porque A LAS 12.30 TENGO UN CHAT EN EL PAIS, y me hace ilusión. A las 17.30 clausuro el Congreso sobre Periodismo y nuevas tecnologías, de Media 140, y a las 19., en el CCCB (¿se escribe así?), un encuentro con lectores organizado por El País, con mi querido Jacinto Antón como moderador y Nuria Amat (ganadora del último premio Ramon Llull), con quien, por cierto, coincidí ayer en el tren de vuelta a Barcelona. El tercero será Sergi Pàmies.
Y ahora voy a intentar subiros alguna fotico.
Nena, no paras.
sofás color lavanda…tienen que ser preciosos
No hay nada como volver a casa despues de un viaje….que bien se siente uno.
El tapicero de excepción…Qué pena no haber podido «asomarme» al chat(la diferencia horaria es insuperable…).