Ya sabéis, esa entrevista tan morbosa en un aspecto pero tan reconfortante en muchos otros, la póstuma. Jorge Semprún brilló por encima de las preguntas: tenía tanto que contar. Buscadla si podéis, en Canal Plus. Se despidió de nosotros con la frase contraria a la del Dante: «No abandonéis nunca la esperanza». Así sea.