Me quedo con las manifestaciones de Yemen y los opositores que piden la salida de Abdalá Saleh. El país más pobre busca su libertad a través de los universitarios(el mayor número de víctimas se registra entre los mismos jóvenes universitarios) que han conseguido extender sus protestas a todos los ámbitos de la sociedad yemení a costa de un sufrimiento indecible.
Fernando 26 febrero, 2011 en 9:29
Me recuerdan a la transición española. Yo era muy pequeño cuando murió Franco(9 años), pero recuerdo un tiempo en el que había manifestaciones contínuas y de todos. Creo que en aquel tiempo en el recien habíamos estrenado el derecho a tener una opinión y a manifestarnos, y aún creíamos que se nos escuchaba y que servía de algo y para todo. El tiempo, la ley Down, el desengaño y el golpe de Tejero parecen haber acabado con esa sana costumbre de hacerse oir, de no conformarse. Me temo que no va a ser así, pero ojalá que no los defrauden tanto como a nosotros.
Me quedo con las manifestaciones de Yemen y los opositores que piden la salida de Abdalá Saleh. El país más pobre busca su libertad a través de los universitarios(el mayor número de víctimas se registra entre los mismos jóvenes universitarios) que han conseguido extender sus protestas a todos los ámbitos de la sociedad yemení a costa de un sufrimiento indecible.
Me recuerdan a la transición española. Yo era muy pequeño cuando murió Franco(9 años), pero recuerdo un tiempo en el que había manifestaciones contínuas y de todos. Creo que en aquel tiempo en el recien habíamos estrenado el derecho a tener una opinión y a manifestarnos, y aún creíamos que se nos escuchaba y que servía de algo y para todo. El tiempo, la ley Down, el desengaño y el golpe de Tejero parecen haber acabado con esa sana costumbre de hacerse oir, de no conformarse. Me temo que no va a ser así, pero ojalá que no los defrauden tanto como a nosotros.