La otra noche entré en TCM en la película con faldas y a lo loco en histórica más gay que me he echado a la cara después de Ben-Hur. Se trata de Becket, con Richard Burton y Peter O’Toole, a cual más cargado de rimmel. La cogí empezada y Peter, en su papel de Enrique II (y refiriéndose a Tomas Becket, que estaba pesadísimo defendiendo el honor de Dios), berreaba: «I loved him!!!!! I loved himmmm! I still love him!!!!!». Y no se refería precisamente al señor, sino a su obispo.
Con faldas y a lo loco
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No la he visto. Gracias por la pista.
Digo yo que me parece, que cuando la sexualidad, para el caso, la homosexualidad y en especial la masculina, se proscribe, los seres humanos se buscan fórmulas mas o menos complejas para expresarla. La más directa, aun dentro del continuo juego al despiste, es inventarse deportes de contacto, donde el cumplimiento del tabú se relaja y está permitido el tocar a los indivíduos del mismo sexo, ya sean oponentes o aliados.
Otra forma es la de Enrique y Becket: el enfrentamiento intelectual…pero: ¿porqué siempre enfrentamiento?, bueno pues supongo que es, por un lado el concepto machista de que el macho siempre ha de ser el dominante, sobre todo en un encuentro sexual, y también un reflejo del rechazo internalizado a la mas mínima pulsión homosexual; Soy, reafirmo mi identidad, en función de lo que rechazo.
Todas estos encajes de bolillos dialécticos, filigranas mentales para salvaguardar la conciencia del «macho y mú macho», todo ello digo,y muchísimas cosas más que seguro que me dejo, dan como resultado, paradójicamente, historias, canciones, películas como la que dices, que nos encantan y que son grandes obras de arte.
Recuerdo haber leído, aunque es tangencial al tema, que no era mismo doblar la voz de uno diciendo: «Te voy a matar, Tomássss!!!» que al otro diciendo «Sí, señor».
(Por cierto en los Verdi reponen «LA ESCALERA», de Donen 😉
A Benedicto XVI la revista Esquire le confirió el título de «accessorizer of the year». Esto, sin duda es una anécdota, porque es mucho más importante su labor pastoral que la pequeña frivolidad del atavío, lejos diametralmente de aquella política de vestir al desnudo o redimir al cautivo que no recuerdo exactamente si fue instaurada en calidad de virtud teologal o qué cosa.
Gusta al pescador recordarnos los pecados mortales cometidos por la ciudadanía con la mayor parte de las relaciones heterosexuales pero, muy especialmente, con lasrelaciones homosexuales
Me encanta Donen, Helia.
Ja, ja, habrá que volver a verla…
Justo estoy escuchando la B.S.O de la verdadera SOME LIKE IT HOT