«No más sangre»rezaba una pancarta en el Zócalo de México D.F. cuando vi pasar a Javier Sicilia camino de el escenario donde tuvo lugar su alocución hace algunas semanas. En un Estado descompuesto donde se practica la «simulación política»,donde la impunidad es absoluta,donde el «vacío de poder» es literalmente «llenado»por la fuerza de los narcotraficantes(de todo pelaje y mercaderia)la sensación a pie de calle es la de «clamar en el desierto».Espeluzna ver los periódicos mexicanos(yo me niego; por saturación,por hastío,por frustración ,por impotencia de ver cómo está despedazada esta sociedad).La esperanza reside en…no,no hay esperanza alguna.México ha dejado de ser hace mucho tiempo…
BENJAMIN 13 junio, 2011 en 18:27
La desesperanza de México no tiene comparación con lo que ocurre aquí. Nuestra protesta radica en una mejor forma de vida. México pelea simplemente por tener vida. Como admirador de un pueblo que ha estado permanentemente en lucha, deseo de todo corazón que acabe definitivamente la locura que está desangrando el país. Colombia ha podido. Mexico tambien podrá.
Mientras, un homenaje al mismo a través de la voz de una mujer exilada que Mexico acogió como a tantos otros.
«No más sangre»rezaba una pancarta en el Zócalo de México D.F. cuando vi pasar a Javier Sicilia camino de el escenario donde tuvo lugar su alocución hace algunas semanas. En un Estado descompuesto donde se practica la «simulación política»,donde la impunidad es absoluta,donde el «vacío de poder» es literalmente «llenado»por la fuerza de los narcotraficantes(de todo pelaje y mercaderia)la sensación a pie de calle es la de «clamar en el desierto».Espeluzna ver los periódicos mexicanos(yo me niego; por saturación,por hastío,por frustración ,por impotencia de ver cómo está despedazada esta sociedad).La esperanza reside en…no,no hay esperanza alguna.México ha dejado de ser hace mucho tiempo…
La desesperanza de México no tiene comparación con lo que ocurre aquí. Nuestra protesta radica en una mejor forma de vida. México pelea simplemente por tener vida. Como admirador de un pueblo que ha estado permanentemente en lucha, deseo de todo corazón que acabe definitivamente la locura que está desangrando el país. Colombia ha podido. Mexico tambien podrá.
Mientras, un homenaje al mismo a través de la voz de una mujer exilada que Mexico acogió como a tantos otros.