Hola a todos desde Beirut. Llegué ayer a las doce al hotel y una hora después ya comparecieron Mónica G. Prieto, su compañero de vida Javier Espinosa y sus hijos Yeray y Nur, y nos fuimos a comer a un japonés muy bueno que hay cerca de donde yo vivia. Luego pasamos por mi calle: las dos únicas casas que sobreviven son la mía, color arena, y la de al lado, rosa, en donde vivía Francesca Cafferri, de ´La Repubblica´. Todo lo demás son fosos, gruas… Se han cargado el bloque antiguo en donde toda una terraza sembrada de hibiscos alegraba mi vida.
El año pasado, por estas mismas fechas, vine también desde El Cairo para verles a ellos, a los Prieto-Espinosa, y para asistir a la boda de Amaya del Amo con Jalil. Un año después, Nur está preciosa e inteligente, y tiene un rollo estupendo con su hermano.
Y Amaya es feliz. Me gusta mucho ver como mis amigas jóvenes maduran, se afianzan, se atreven.
Hay tanta gente que dormita… Lo cantaba Brel: «Que le monde sommeille par manque d’imprudence…». Es cierto.
Beirut ya no me emociona como antes. Me divierte y punto. Ahora tienen un nuevo eslogan para venderse: «Somos el único país estable de la zona». Será por lo de Siria.
Siempre lo digo: si todas las vidas que he vivido en Beirut pudieran sentarse una junto a otra, llenarían la platea del Liceu. Ahora estoy en un hotel de los que sobrevivieron a la guerra del 75, una cosa normal pero con piscina. La pedí con vistas al mar. Me la dieron. Pero en esta zona de la Corniche todo está atiborrado de nuevas construcciones y al mar le están ganando terreno y además lo han afeado. Os lo muestro:
Me diréis que estos pasa en todas partes. Bueno, lo más parecido a esto sería el Levante español. Pero no olvidéis el ingrediente saudí, que añade una cualidad mastodóntica tanto a la especulación inmobiliaria como a todas las otras. Aunque este año no se ven turistas del Golfo. Hay más en el Marriott de El Cairo que aquí. Está bien, porque a los pocos turistas que venimos nos hacen descuento y nos ponen la alfombra roja.
Lo más parecido el Levante español y la costa norte, o parte de ella. El Cantábrico no deja de rugir, Maruja. Besos a tutiplén.
Pero en la Universidad Americana hay un paseo muy chulo,no? Estan tus amigos y tus afectos varios. Las termas romanas y los vestigios de una ciudad hermosa y milenaria. Esta el Mediterraneo:tan hermosote y tan presente…Un abrazo Maruja.
Las ansias del ladrillo, que no paran. Llenar de hormigón costas, valles, montes. El Levante tiene una muy merecida mala fama con hitos imposibles como Marina Horror… pero no solo se edifica sin control en esa zona. Basta con echar una ojeada por la montaña cántabra -sobre todo la más próxima a Santander-, por ejemplo, donde se scontinúa edificando pisos y más pisos.
Hay unos cuantos ciudadanos encantados con ese rollo que, de agricultores más o menos terratenientes y / o sufridos, vendieron la/s finca/s que les acababan de recalificar y se compraron un Mercedes. De aquellas leyes aznariles (no derogadas por el gobierno de Zapatero), estos lodos. O al menos, buena parte de ellos.
Toy un poco missing porque ando liada con el trabajo. Un libraco tan enorme como aburrido que me ha caído en suerte y que me absorbe porque todo va con mucha prisa. Menos mal, que la cosa estaba muy chunga.
Maruja, gracias por sacarnos de blogscursión! es muy divertido!! Queremos más fotos!!!
MARUJA, ETA, ….ABANDONA LAS ARMAS!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Dios, que gran dia.paloma.