Ya no puedo leer ni las críticas de mis escritores sobre cine predilectos (quedan un par): también cuentan los argumentos.

Si a eso añades que no puedes ver los trailers, que duran eternidades y destapan las claves, ni leer las entrevistas con los autores, que responden complacidos con datos a preguntas que exhiben sin pudor los secretos de las pelis….