Es decir, ocurrió ante lo que parecía la academia de policía de tráfico o algo así. Unos quince policías jóvenes mirando, unos mandos, amabilísimos, preocupándose por Alba y por mí, el chófer más que contuso y Diana desovariándose. Mañana os subo cosas. Hoy no tengo ni dedos.
Fue delante de la poli
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¿Estás segura? ¿o estás tan metida en tu novela que ves policías, accidentes, aventuras varias?. Es broma pero parece un contexto muy apropiado para la intrépida Diana.
Espero que te encuentres bien y relajada, al igual que el resto de afectados. El título de tu anterior entrada era para asustar pero, claro, el simple hecho de que lo hayas escrito ya nos ha permitido leer el contenido relajadamente.
Es ajetreada la vida del asomador a tu blog, jajaja
Leí ayer el artículo «Un chico normal» de Sostres en el Mundo y enseguida corrí al País esperando encontrar un artículo tuyo haciendo algún comentario al respecto, pero no había ninguno.
Piensas escribir algo acerca de ello? Con lo que te gusta Berlusconí no te imagino desaprovechando la oportunidad de decir algo sobre Sostres jaja.
En serio, me gustaría mucho conocer tu opinión sobre lo que escribió ese impresentable 🙂
Cada día me sorprendes, Maruja. Espero a mañana, a ver por dónde nos sales. Te recuerdo que te has quedado en medio de varios jovenzuelos vestidos de policía.
Ahum. ¿No se tratará de un calendario de «esos»…?
Intrigada me quedo. Ya si eso, mañana…
Queridas marujatrises, misceláneas todas:
Es primavera y siento que debo ponel un shino en mi vida que sanee los bancos sen quiebla y noto como el viento, ese fenómeno ritmico, es volátil como un euro, y mi corasón espera una poesía personalisada y anónima en el prabrisas de mi coshe, y mi cabesa vuela sobre verdes campos de golf sembrados de dinero negro o, en su defecto, violeta, y espero un rayo sensual que deshaga mi cabellera y mi falda plisada , y que un hombre, repito, un hombre hesho y deresho me diga al oido suavemente: ola, colasón, el Santander paga un 4% por el plazo fijo y por ese pecho tuyo que tienes limpiaba yo con 3 sen 1 la Torre Eiffel, Conshi mia de mis sentrañas.
Ayyyyyyysss ya marujas mias.
Ozú, Conshi, ¡qué perfume de vainilla llevas!
El único accidente de tráfico que tuve en mi vida (en realidad ha habido más… pero no conmigo dentro del coche) fue afortunadamente leve. Domingo otoñal, hace ya mucho, transitando junto a un parque que quedaba a la izquierda. Lloviznaba desde hacía un ratito y esto se tradujo en aquella calle en barrillo resbaladizo. Íbamos despacio, no más de 30 o 35 por hora, y vimos como por una calle señalizada con un ceda el paso, en lugar de cederlo, asomó lenta pero constantemente un automóvil cuyo desorientado conductor, que no miraba al frente sino que estaba retorcido en su asiento en raro escorzo corporal intentado poder leer la placa con el nombre de la calle por la que transitábamos y él ya interceptaba nuestro paso. Frenamos procurando apartarnos, claro… pero la inercia y el barrillo hicieron su trabajo y nos dimos una chufa por el lado de mi puerta. Yendo a la velocidad que os dije me llené de moratones el antebrazo y la pierna derechos.
Encontré esta dirección en internet que puede ser de gran utilidad. Sirve para hacer efectivos los mensajes subliminales. La dirección es:http//www.porloquemasquierasmarujatorresponteelcinturondeseguridadcadaquesubasalauto.com.mx. Espero que sirva de algo a alguien…