¡Qué horror! Al igual que en Barhein, las autoridades sirias se ceban en el personal médico como una forma sutil (y extremadamente cruel) de llevar a cabo la eliminación de los opositores. Poner nombres y apellidos a las víctimas de tan violenta represión hace que este testimonio de Mónica G. Prieto alcance a ser una especie de bitácora de las prácticas genocidas(similares a las llevadas a cabo por los nazis hitlerianos) contra una población asediada y masacrada como pocas. La Liga Árabe no está a la altura y,ahora sí, urge una resolución de la ONU que proteja a la población civil de los desmanes del régimen de Bashar el Asad. Enhorabuena a Mónica y a Periodismo Humano por seguir dando lecciones de periodismo.
¡Qué horror! Al igual que en Barhein, las autoridades sirias se ceban en el personal médico como una forma sutil (y extremadamente cruel) de llevar a cabo la eliminación de los opositores. Poner nombres y apellidos a las víctimas de tan violenta represión hace que este testimonio de Mónica G. Prieto alcance a ser una especie de bitácora de las prácticas genocidas(similares a las llevadas a cabo por los nazis hitlerianos) contra una población asediada y masacrada como pocas. La Liga Árabe no está a la altura y,ahora sí, urge una resolución de la ONU que proteja a la población civil de los desmanes del régimen de Bashar el Asad. Enhorabuena a Mónica y a Periodismo Humano por seguir dando lecciones de periodismo.