Estuve en Japón a principios de los 80. Y pasé muchas horas en este distrito, porque era la única estación que reconocía para bajarme del metro. Nunca pensé que vería sus luces extinguidas. Tampoco imaginé apagado el alegre y vocinglero Nilo nocturno. Pero así es: planeta herido, personas defraudadas. La oscuridad, símbolo de protesta. Aquí va este artículo de www.independent.co.uk
Luces apagadas
Un comentario
No se permiten comentarios.
Tremenda la «apocalíptica» situación en Japón.Lo que nunca entenderé es cómo el pueblo japonés(único en el mundo que ha sufrido los estragos de las bombas atómicas) no se opuso con vehemencia al desarrolo de tecnología nuclear en su territorio. Tengo entendido que también estaban por dotarse de un arsenal atómico en los próximos dos años…