Ver una ciudad iluminada por Navidad en estos tiempos de crisis me ofende. Con los 3.5 millones de euros que gasta en ello el Ayuntamiento de Madrid, ¿no habrían podido repartirse pagas entre familias que lo necesitan? Nada como el lujo en Navidad simboliza más la asquerosa presencia del capitalismo sin piedad. Ay, Plácido, qué actual eres.
Luces de Navidad
15 Comments
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Por favor, no te levantes, Maruja. Quiero darte las gracias por el fantástico artículo «Los tiempos precipitados». Seguiré tu consejo elevando el pensamiento y el sentimiento desde esta cloaca con la ayuda de la cultura. Que pases, dentro de los posible, una feliz Navidad. Juan Cueto Serrano.
Sí, que apaguen de una pajolera vez y también sus sueldos desorbitados que nunca se rebajan ni se congelan como tampoco sus dietas, y las campañas publicitarias hechas en papel de oro recamado en brillantes por lo que cuestan, como denuncian María Luisa o Benjamín. Que apaguen, que aquí los únicos que se pueden permitir estar de fiesta consumista navideña son ellos y los que al igual que ellos compran en el Paseo de la Castellana y en el barrio de Salamanca.
PARA «APAGUEN,COÑO»-:
Respetad@, asomador,tenemos la sana costumbre de identificarnos con un nombre,mas ò menos.
No tenemos miedito.
Y si, a muchos nos parece un gasto de memos, la iluminaciòn de navidad,cuando se retiran todas la becas de comedor……..por poner un ejemplo.
Hata pronto,espero.PALOMA.
«El alcalde de Málaga ve normal gastarse 840.000 euros en alumbrado navideño». Pues nada. Adelante con los faroles. Perdón, con las luces (pocas que tienen algunos).
Es que 3,5 millones de euros es mucha pasta, y sí, Maruja, ofende en estos tiempos. Nunca he entendido eso de que la gente compra más por la iluminación. Yo si tengo que comprarme unos zapatos, me los compraré igual aunque la calle esté super iluminada o esté abierta la zapatería las 24 horas del día. Gastarse esa pasta es reírse de los que tienen que contar para llegar a fin de mes ahorrando hasta de lo básico.
El artículo del Perdonen del domingo te salió redondo. Navidad siempre en nuestros corazones iluminados con guirnaldas.
Petonets.
Acaban de decirlo en el telediario de la TVE 1: ciento veinticuatro millones de euros ha costado trasladar el Ayuntamiento de Madrid del precioso palacio de la Plaza de la Villa al enorme edificio de correos. ¿Tan necesario era? Cuánto despilfarro!
Yo que no he podido nunca soportar la parafernalia navideña ni siquiera en tiempos de abundancia, ni os cuento ahora.
Que pocas luces tienen algunos Ayuntamientos, joer!
Yo opino lo mismo. Me dio un mal cuando las vi, luego dicen que nos apretemos los cinturones!!
Y si las ponen que lo hagan los días señalados, leches… no un mes antes
124 millones de palos (en forma de no votos, por ejemplo… pero parece que la sarna se toma con gusto) debería recibir el señor alcalde… sin contar la deuda legendaria que llegará a nuestros nietos por las ínfulas faraónicas emetreinteras.
Eso sí: en la Comunidad de Madrid no hay dinero para que, quien precisa de una silla de ruedas, pueda recibir una.
Siendo niño,en la aldea orensana de mis abuelos, decidimos ponerle velas a un joven pino en medio del cerro pelado que cobija el lugar. Llevamos una radio(modelo ladrillote) y cuando comenzó a obscurecer prendimos la treintena de velitas. Aquella Nochebuena era especialmente clara y podían verse millones de estrellas(como no recuerdo haber visto jamás). Los villancicos de la radio,las velas en el pino y los millones de estrellas me hicieron detestar para siempre cualquier tipo de iluminación navideña posterior. Ridículo se antoja el esfuerzo que cualquier iluminación artificial procure al querer superar aquella Nochebuena. Despilfarro nomás.
Pues sí, Maruja, tienes toda la razón. Y como tú lo dices tan clarito, con tu permiso, te llevo a mi muro. Un besín desde Gijón.
Yo también quiero darte las gracias por el artículo «Los tiempos precipitados». Hoy lo encontré a través de una amiga en el facebook, lo fotocopié y lo pasé a varias personas, que a su vez, lo pasaron a otras. Nos hemos parado unos minutos a comentar. A pensar.
En estos tiempos se necesitan voces como la tuya. ¡Mil gracias!
Un capitalismo en el que hay que consumir pero que a la vez recorta sueldos y quiere cuidar el ambiente. Un mundo en el que menos importan son las personas. Un saludo