El mismo día que el obispo Pere Casaldàliga cumplió 75 años, el Vaticano lo dimitió (Teología de la Liberación… ¡huy! yuyu, yuyu). El día que Rouco Varela cumplió 75 años, se montó una fiesta del copón, con el lémur del Vaticano como gran estrella invitada y bastantes miles de papaflautas subvencionados para demostrar con ese poderío quien manda. A ver lo que tardan en aceptar la dimisión que por edad le corresponde al siniestro Rou.Tic, tac, tic, tac…
AnnaGB 22 agosto, 2011 en 17:14
Alguien dijo que si se hubiera presentado en el escenario, de repente y sin avisar, el Cristo del evangelio, habría habido una gran estampida por parte de todos, de puro avergonzados que se sentirían de hacer lo que hacen y de decir lo que dicen en Su nombre.
Lo que peor sabor me ha dejado es que algunos periodistas tilden de «buenos» a los chicos del JMJ, ¿es que los demás son malos, sólo porque son inteligentes y se divierten de otra forma?.
Tenían que haber fletado varios aviones llenos de medicamentos con destino a Somalia, ese dios si que es real.
Txomin Goitibera 22 agosto, 2011 en 18:23
Grande Téllez y grande el lameculismo gubernamental.
«La religión es el opio del pueblo».Lo que no explicaron era que el «megaporro»apestara tanto,tuviera efectos imbecilizadores, produjera somnolencia y apendejamiento neuronal, uniformizara(nunca ví a tanta gente «vestida informalmente» tan «uniformadamente vestida» en un evento así) e hiciera que los franciscanos de Pontevedra denegaran una aportación de alimentos a su «comedor social» sólo por oponerse a que el Estado gastara el dinero en «mariguaneces» opiáceos e inciensos aturdientes,por parte de unos ciudadanos solidarios y lúcidos. «Eu abráio».
Buenísimo!
El mismo día que el obispo Pere Casaldàliga cumplió 75 años, el Vaticano lo dimitió (Teología de la Liberación… ¡huy! yuyu, yuyu). El día que Rouco Varela cumplió 75 años, se montó una fiesta del copón, con el lémur del Vaticano como gran estrella invitada y bastantes miles de papaflautas subvencionados para demostrar con ese poderío quien manda.
A ver lo que tardan en aceptar la dimisión que por edad le corresponde al siniestro Rou.Tic, tac, tic, tac…
Alguien dijo que si se hubiera presentado en el escenario, de repente y sin avisar, el Cristo del evangelio, habría habido una gran estampida por parte de todos, de puro avergonzados que se sentirían de hacer lo que hacen y de decir lo que dicen en Su nombre.
Lo que peor sabor me ha dejado es que algunos periodistas tilden de «buenos» a los chicos del JMJ, ¿es que los demás son malos, sólo porque son inteligentes y se divierten de otra forma?.
Tenían que haber fletado varios aviones llenos de medicamentos con destino a Somalia, ese dios si que es real.
Grande Téllez y grande el lameculismo gubernamental.
Pd/A propósito de «el masivo botellón eucarístico»: http://www.kaosenlared.net/noticia/video-macrobotellon-peregrino-madrid-mientras-papa-duerme
«La religión es el opio del pueblo».Lo que no explicaron era que el «megaporro»apestara tanto,tuviera efectos imbecilizadores, produjera somnolencia y apendejamiento neuronal, uniformizara(nunca ví a tanta gente «vestida informalmente» tan «uniformadamente vestida» en un evento así) e hiciera que los franciscanos de Pontevedra denegaran una aportación de alimentos a su «comedor social» sólo por oponerse a que el Estado gastara el dinero en «mariguaneces» opiáceos e inciensos aturdientes,por parte de unos ciudadanos solidarios y lúcidos. «Eu abráio».