Pues, sí, maestro Téllez.¡Qué suerte haberle visto en la SN de Gijón. Eso de los «genéricos comunistas» no es por nada, pero me ha encantado.
Juan José Téllez 3 agosto, 2011 en 12:11
Muchas gracias, señora Torres. Espero que volvamos a vernos pronto y no nos sigamos cruzando en dirección contraria en las estaciones y en los aeropuertos, aunque mi admiración continúe coincidiendo con usted en las verdes praderas del periodismo y de la literatura. Aracné, ¡suerte la mía por haber estado en la Semana Negra, en Fotoperiodismo y en Gijón!. Ojalá se repita y no caiga una tormenta de caspa sobre esa amable ciudad tan hermosamente provinciana y cosmopolita.
Aracne 5 agosto, 2011 en 13:49
Maestro Téllez, caspa está cayendo y mucha, pero se anda buscando por farmacias (incluida la farmacia de Platón) un champú adecuado. No nos está resultando fácil. Me temo que tendremos que recurrir a remedios tradicionales: aceite, vinagre, sal marina, jabón hecho en casa con aceite de desecho, sosa caústica, removiéndolo todo briosa y rítmicamente con un buen palo…Ese jabón y el lagarto, lagarto, acababa con todas las manchas, las caspas y a veces también las manos, pero garantizaba una limpieza total, cuando hacíamos de Sábado… Y si eso falla, pues a galopar, a galopar, hasta lanzarlos al mar…que para eso, entre otras cosas, lo tenemos, amén de las urnas más o menos funerarias.
Pues, sí, maestro Téllez.¡Qué suerte haberle visto en la SN de Gijón.
Eso de los «genéricos comunistas» no es por nada, pero me ha encantado.
Muchas gracias, señora Torres. Espero que volvamos a vernos pronto y no nos sigamos cruzando en dirección contraria en las estaciones y en los aeropuertos, aunque mi admiración continúe coincidiendo con usted en las verdes praderas del periodismo y de la literatura. Aracné, ¡suerte la mía por haber estado en la Semana Negra, en Fotoperiodismo y en Gijón!. Ojalá se repita y no caiga una tormenta de caspa sobre esa amable ciudad tan hermosamente provinciana y cosmopolita.
Maestro Téllez, caspa está cayendo y mucha, pero se anda buscando por farmacias (incluida la farmacia de Platón) un champú adecuado. No nos está resultando fácil. Me temo que tendremos que recurrir a remedios tradicionales: aceite, vinagre, sal marina, jabón hecho en casa con aceite de desecho, sosa caústica, removiéndolo todo briosa y rítmicamente con un buen palo…Ese jabón y el lagarto, lagarto, acababa con todas las manchas, las caspas y a veces también las manos, pero garantizaba una limpieza total, cuando hacíamos de Sábado…
Y si eso falla, pues a galopar, a galopar, hasta lanzarlos al mar…que para eso, entre otras cosas, lo tenemos, amén de las urnas más o menos funerarias.