Son muchos los que desayunan los domingos leyendo ‘El País Semanal’ deteniéndose en el artículo que cada semana traza Maruja Torres (Barcelona, 1943) en ‘Perdonen que no me levante’. Es irreverente, ácida y hasta deslenguada pero sus escritos también “pueden llegar a tocar el corazón de la gente”. Ganadora del Premio Planeta en el año 2000, la escritora ha aterrizado ahora en la novela negra con ‘Fácil de matar’. Este jueves conversó con los albaceteños en la Casa de la Cultura José Saramago. Global Castilla-La Mancha habló con anterioridad con la periodista.
Este jueves mantendrá una conversación con los albaceteños. ¿De qué va a hablar?
Hablaremos de literatura pero soy todoterreno, así que, sobre la marcha… Lo que yo no hago es escribir una conferencia porque me parece una cosa tediosa y no va conmigo. Espero hablar mucho con los albaceteños de literatura y también de periodismo. La persona que escribe necesitar saber que tiene lectores. Tanto escribir como leer son actos muy solitarios y es maravilloso que se dé la oportunidad de encontrarse a escritores y lectores.
¿Se hablará de su última novela, ‘Fácil de matar’?
Supongo. Esta novela es mi regreso al periodismo de ficción. Es un género muy bueno para reportear realidades y darles formas de ficción. Aunque soy una persona que no escribo en géneros concretos, sino en mi propio género. Y al llegar a cierta edad, me ha parecido que es bueno rescatar a una periodista que puede ser mi alter ego y a partir de ella me dedico a contar tramas mediterráneas.
La protagonista está un poco desencantada con el periodismo. ¿Tiene mucho de autorretrato el personaje?
Un poco desencantada, no, mucho… [Risas] Tiene ciertas cosas de mi biografía. Diana Dial nace en los ochenta con mi primer libro. Al llegar a la novela negra, vi que era ideal. Ella tiene la suerte de estar casada con un empresario que le pasa una pensión, lo que le permite hacer lo que quiera.
¿Ha utilizado este libro para dar a conocer historias de Beirut que no podía contar como periodista?
Pues sí, porque a ningún periódico le importa lo mal que se trata a unas sirvientas, que viven en condiciones de esclavitud. Pero nadie te hace caso cuando tienes un tema así, te dicen que sólo importa si matan a un ministro o si los muertos son 12.000. Pero si los muertos son 18 mujeres africanas que se arrojan desde un balcón, no le importa a nadie. Me pareció que era una buena subtrama. Diana Dial, retirada del periodismo, y dedicada al detectivismo sin ánimo de lucro, investiga una muerte que tiene daños colaterales. Hace como detective lo que no puede hacer como periodista.
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Noticia publicada en: www.globalclm.com