Y Curritina, qué tontuela, no veía mujeres en las manifestaciones.
Más allá del colocón de laca que padece esa señora (o no) cuánta cerrilidad y hostilidad contra las mujeres, qué larga en el tiempo, qué inadmisible e injusta.
Camino a Gaia 30 marzo, 2011 en 1:15
Hay revoluciones que no cambian nada o casi nada. ¿De qué sirve acabar con un dictador para multiplicarlo por miles, cuando todo hombre ejerce de tirano en cada casa?
Y Curritina, qué tontuela, no veía mujeres en las manifestaciones.
Más allá del colocón de laca que padece esa señora (o no) cuánta cerrilidad y hostilidad contra las mujeres, qué larga en el tiempo, qué inadmisible e injusta.
Hay revoluciones que no cambian nada o casi nada. ¿De qué sirve acabar con un dictador para multiplicarlo por miles, cuando todo hombre ejerce de tirano en cada casa?