Os escribo de parte de la jefa, que está disfrutando muchísimo preparándose una ‘escudella i carn d’olla’, o cocido, dado el devenir de la climatología. Ha escrito la colu de mañana y se ha puesto a limpiar la cocina. Todo ordenadito: el plato con la espumadera, los escurridores, la tabla de cortar… No lo dice, pero sé que disfruta con la idea de que ya no le quedan obligaciones para hoy. Se ha puesto el pijama, no os digo más. Bueno, en realidad no es un pijama, sino el pantalón de un viejo pijama que le gusta porque tiene bolsillos -es de hombre, claro-, y una camiseta que ha corrido casi tanto mundo como ella. A ver si se calma lo bastante como para que no me sacuda a mí con sus golpes de imaginación. Me he visto de repente caminando por una calleja del barrio islámico de El Cairo, con destino al piso de alguien, y luego me ha dejado en paz, por lo que he regresado sigilosamente a su lado a ver lo que hacía, y ahora os lo cuento. Me parece que tiene previsto terminar esta noche el libro sobre Grace Kelly y escribiros mañana algo. No sé si le ha gustado: le he sorprendido gestos como de ‘ufffff’, de vez en cuanto, ya os contará. ¡Saludos desde la ficción!