Por fortuna, yo me encuentro en un enclave del pasado desde el que no siento el dolor actual de Egipto, aunque sí ya estoy viendo que la cosa -allá en 2009- pintaba mal, y que Mubarak estaba pasándose siete mares oprimiendo a su pueblo. En fin, pasaré la Navidad donde ella quiere, en el S.S. Sudan, un barco a vapor muy antiguo y crujiente y elegante, y será noviembre, y estaré rodeada de gente más falsa que un duro de chocolate, pero eso sí, bien cogidita del brazo de mi querido inspector Fattush. Desde las cercanías de Asuán, él y yo os deseamos toda la paz que el mundo nos niega. ¡Y amor!
Soy Diana y también os deseo lo mejor
Un comentario
No se permiten comentarios.
¡Ohhhhh!¡Diana….!
A Maruja no le comento ..pero a tí si .
¡¡¡A pesar de estar verde de envidia porque me gustaría ser tu , TAMBIEN te deseo lo mejor!!!
( mi iPad ha decidido , él sabrá por qué que esa palabra vaya en mayúsculas , por ser estas fechas no le voy a corregir )