Peor no pueden estar la cosas en Trípoli(¡increíble la fotografía hecha desde dentro del coche sabiendo que,si los identifican como periodistas internacionales,los acribillan ahí mismo!).¡Qué valor el de este periodista estando en el corazón de Trípoli!.La división de el país es un hecho. Bengasi, recuperada por los opositores,se enfrenta auna amenaza horrenda(no es el ejercito,que ya se ha unido a los opositores);son los mercenarios sanguinarios de Gaddafi que se dirigen a los oleoductos y refinerías, con la orden expresa del pendejo demente, de volarl e incendiar las isnstalaciones para sembrar el terror y el desconcierto. Esto Occidente ya lo sabe y no presta ningún apoyo logístico o militar(se limita a mirar hacia otro lado). En cuanto a la población de Trípoli que no ha conseguido huir no quiero ni pensar la que se le avecina. Estoy en «shock»…
tini 24 febrero, 2011 en 11:09
Occidente se escuda en la «No Injerencia»…Como si no supiésemos cómo la hacen habitualmente…
Aracne 25 febrero, 2011 en 0:30
Os dejo el artículo «Del mundo árabe a América latina», de Santiago Alba Rico y su doble Alma Allende. Es muy esclarecedor y nos amplia el horizonte (al menos a mí). Es un buen conocedor del mundo árabe y de América Latina y creo que los reportajes que ha ido publicando sobre Túnez, permanerán en la memoria político-cultural de nuestras Españas más allá de la coyuntura que los ha provocado. Qué alegría da comprobar que no todo es mediocridad, que hay hay también mucha inteligencia desapegada del dinero y mucha bondad desparamada por ahí que nos sostiene a los más desamparados hijos e hijas de Eva. Me pasa una cosa muy rara, un fnómeno que no entiendo: cuando leo o contemplo algo que siento como necesario, digno y bello, mis canas se ponen pelirrojas, a veces casi en su totalidad o bien en parte, en mechas, por el lado izquierdo, el derecho, la coronilla, según la intensidad de la emoción…¡Qué cosas! Maruja, a ver cuando podemos leer tu libro, porque yo quiero mirarme al espejo y verme pelirroja perdida. He descubierto que ese color me favorece mas que las canas y como no me convienen los tintes, necesito continuamente una ración de belleza que los encienda e ilumine. Gracias, maestra ¿Qué tal la Entrevista?
Peor no pueden estar la cosas en Trípoli(¡increíble la fotografía hecha desde dentro del coche sabiendo que,si los identifican como periodistas internacionales,los acribillan ahí mismo!).¡Qué valor el de este periodista estando en el corazón de Trípoli!.La división de el país es un hecho. Bengasi, recuperada por los opositores,se enfrenta auna amenaza horrenda(no es el ejercito,que ya se ha unido a los opositores);son los mercenarios sanguinarios de Gaddafi que se dirigen a los oleoductos y refinerías, con la orden expresa del pendejo demente, de volarl e incendiar las isnstalaciones para sembrar el terror y el desconcierto. Esto Occidente ya lo sabe y no presta ningún apoyo logístico o militar(se limita a mirar hacia otro lado). En cuanto a la población de Trípoli que no ha conseguido huir no quiero ni pensar la que se le avecina. Estoy en «shock»…
Occidente se escuda en la «No Injerencia»…Como si no supiésemos cómo la hacen habitualmente…
Os dejo el artículo «Del mundo árabe a América latina», de Santiago Alba Rico y su doble Alma Allende. Es muy esclarecedor y nos amplia el horizonte (al menos a mí). Es un buen conocedor del mundo árabe y de América Latina y creo que los reportajes que ha ido publicando sobre Túnez, permanerán en la memoria político-cultural de nuestras Españas más allá de la coyuntura que los ha provocado. Qué alegría da comprobar que no todo es mediocridad, que hay hay también mucha inteligencia desapegada del dinero y mucha bondad desparamada por ahí que nos sostiene a los más desamparados hijos e hijas de Eva. Me pasa una cosa muy rara, un fnómeno que no entiendo: cuando leo o contemplo algo que siento como necesario, digno y bello, mis canas se ponen pelirrojas, a veces casi en su totalidad o bien en parte, en mechas, por el lado izquierdo, el derecho, la coronilla, según la intensidad de la emoción…¡Qué cosas!
Maruja, a ver cuando podemos leer tu libro, porque yo quiero mirarme al espejo y verme pelirroja perdida. He descubierto que ese color me favorece mas que las canas y como no me convienen los tintes, necesito continuamente una ración de belleza que los encienda e ilumine.
Gracias, maestra
¿Qué tal la Entrevista?
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=123027