Esta noche he soñado que unos amigos ricos -e inexistentes en la vida real- me llevaban a Venecia. «Verás, es el único sitio que resiste», me decían misteriosamente. Delante de nosotros estaba un canal, y el agua y los edificios aparecían cubiertos por una masa de humo negro más allá de la cual no existía el aire. De repente, muy de repente, el agua cristalina fluía por debajo de la nube oscura, ésta se retiraba y aparecían los edificios, más preciosos si cabe que los auténticos. Nos sentábamos a comer en un restaurante repleto de gente como nosotros, muy alegres, luego nos perdíamos por las callejuelas venecianas. Se oían gritos de angustia, pero nosotros no hacíamos caso. Al doblar una esquina, una muchacha con delantal blanco, muy pálida, nos decía que acababa de recibir una llamada telefónica que le anunciaba su próxima muerte. Yo le proponía que se viniera con nosotros. Mis acompañantes me exhortaban: «Déjala, no mires atrás». Me iba con ellos y entrábamos en una casa en donde se celebraba una fiesta. Todos eran ricos y parecían llevar máscaras, pero cuando me acercaba veía que su rostro era la máscara. Un hombre de rostro desfigurado y malévolo me sonreía desde un rincón, sentado en una silla antigua, de museo: «Tengo el honor de presentarte a Carlos, el terrorista mundial».El sueño se ha detenido aquí.
No hace falta leer a Freud para interpretarlo.
¿Lo soñaste dormida o despierta, Maruja?. Sí, Freud sobra…
Ufff, qué sueño el tuyo, reina; me hace sentir en varias direcciones… pero voy a tirar por un camino y es recordar una película. No es una obra maestra del cine… pero a mí me gustó mucho y la recuerdo con frecuencia. Igual ya he hablado por aquí de ella: Código 46.
Más allá del tema edípico en esta peli me interesa (y me impactó mucho) el trasfondo: mundo duramente polarizado entre las ciudades hiperdesarrolladas, tecnificadas y controladas de manera férrea-así como sus pobladores- y la periferia de la hambruna: el resto del mundo. Ha habido cambio climático y la población huye del sol que ha convertido la parte del planeta que se ve en un desierto. Obviamente es poco menos que imposible acceder a las ciudades a cualquier persona que carezca de permiso, de ahí que prospere la falsificación de papeles.
No sé si por influjo de los westerns, nos hemos acostumbrado a tener el caballo en la puerta de casa; no se concibe no tener coche, tener limitaciones para utilizarlo sienta fatal (menuda se armó con la reciente de velocidad); no gustan las multas, los controles de alcoholemia… y es obligación del estado asegurarnos a los ciudadanos el uso de nuestros (cochinos, porque anda que no contaminan) coches… ¿alguien se imagina qué sucedería si cada uno de los 8.000.000.0000 de habitantes del planeta tuviéramos a bien hacer nuestros desplazamientos en el buga particular?
No sé si Cormac McCarthy lo imaginó así, porque en ningún momento se aclara la causa de la catástrofe (al menos en la peli)… pero ahí está La Carretera
Lo siento, Maruja: me enrollo como persiana
je,je. Con este sueño se puede hacer una tesis doctoral.
o un programa de telerealidad
o un programa electoral
No habrás estado leyendo a Ballard ultimamente…
Yo sueño con escenarios apocalípticos constantemente. Lo malo es que lo hago consciente y no durante el sueño.
En realidad estamos asistiendo impasibles a un golpe de Estado. Lo peor no es el golpe en sí, lo peor es que nos estamos dejando.
Unica interpretacon posible para tu suenho: amas demasiado a la ciudad de Venecia y tu subconsciente ha asimilado que la ciudad ha cruzado la linea roja de su irreversible recuperacion. Venecia camina hacia su inexorable destruccion sin remedio. Terapia: regresa con tus amigos(reales)que alla te esperan.Un saludo.(ESCRIBO DESDE UN ARTEFACTO SIN ACENTOS:PERDON).
Ando leyendo >vida veneciana=»»> (no sé si es la forma de ponerlo subrayado) de Howells.
Es una joya. Me lo ha recordado tu sueño; Howellss escribió sobre esa belleza desolada de Venecia, y ya entonces hablaba de ella como de algo que se estaba arruinando…
Desde Puebla, México. Inevitable recordar al gran pintor Canaletto y la novela de Thomas Mann que luego fue película: Muerte en Venecia. Felicidades.