A mí me gusta Wagner. Que también le gustara a Hitler no me impide reconocer que Tristán e Isolda es grandiosa. Sin embargo, no me gusta que el Liceo de Barcelona, en su época, se declarara wagneriano, en vez de verdiano. Aparte de un esnobismo lo encuentro elitista y pelín xenófobo.
Y aunque Mel Gibson es un deshecho neocristiano, en El año que vivimos peligrosamente estaba para comérselo.
Las contradicciones nos hacen más interesantes y menos intensos.
Me parece estupendo lo que dices y cierto pero; «Las contradicciones nos hacen más interesantes y menos intensos» es una opinión tuya.
En primer lugar, si soy intenso o interesante, me lo tendrían que decir.
A partir de ahí, podemos convenir que intensidad o interés le queremos dar a nuestra relación.
Por otro lado, hay opuestos que se complementan sin necesidad de contradecirse. Y el silencio no ha de ser premisa.
Que bien dicho!
Maruja, si alguna vez te sobra tiempo, cosa que dudo, busca un libro que es una conversación entre Said y Barenboim. Por supuesto hablan de Israel y Palestina, pero tambien de música, y mucho. Entre otras cosas Barenboim defiende, explicando por que, la importancia de Wagner como compositor y como intérprete. Entre otras cosas concluye que Wagner era un tipo detestable con el que nunca se tomaría ni un café, pero la contradicción es que musicalmente ha dejado una huella. Todo eso es además independiente de la posterior manipulación hitleriana.
Lo expuesto por usted no son contradicciones a menos que esté definiendo a personas cerriles e inflexibles y en consecuencia nada interesantes a mi modo de ver. No confundir intransigencia con intensidad.
A mi parece esto ser contradicto, Maruja san. No gracia encuentro.
Un trocito de Wagner «el coro de los peregrinos», es conmovedor, potente, intenso, excelso. A mi me encanta y me conmueve
Un trocito de Verdi, Va pensiero , versión calle
¿Los compositores crean pensando en el uso que se les va a dar a su obras?.
Maruja, Aurora, AnnaGB. Disculpad mi autocita pero…
http://txomingoitibera.wordpress.com/2011/02/02/si-richard-wagner/