Va a ser más duro aún aguantar lo que viene sin El Café de los Espejos. Estupenda crónica de mi muy querida Mónica G. Prieto, corresponsal en Oriente Próximo de elmundo.com
Ni he encontrado, ni puedo encontrar, un lugar semejante en Barcelona.
Va a ser más duro aún aguantar lo que viene sin El Café de los Espejos. Estupenda crónica de mi muy querida Mónica G. Prieto, corresponsal en Oriente Próximo de elmundo.com
Ni he encontrado, ni puedo encontrar, un lugar semejante en Barcelona.
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No es moderno…y tiene que desaparecer… para no recordarnos que hay otra forma para vivir la vida que no es prefabricada ni llena de prisas, en la que el otro no es un extraño, ni un peligro…pero, esto es así, nos globalizamos por la uniformidad, da igual en que ciudad o país estés, es todo tan homogéneo que parece lo mismo…y este lugar no es moderno, ni da grandes sumas de dinero en poco tiempo…y tiene que desaparecer…
Si que es duro que desparezcan esos espacios que son como oasis en el desierto.
La especulación inmobiliaria es el origen de todos estos cierres. Los políticos no están por la labor de defender estos reductos de la historia y de la vida. Ni aquí ni allí. Si ha sobrevivido a la guerra tendría que mantenerse como un monumento o símbolo de la supervivencia y la convivencia.
http://www.youtube.com/watch?v=IBof3Yt4ahk&NR=1
Ya Lubnan!
Es tristísimo Lo lamento por ti y tus amigos beirutíes. Creo que en Oporto sucede algo similar; cafés con solera y vida desaparecen en aras de un progreso que deviene en retroceso. Los lugares que tienen alma deberían ser acreedores de «derechos» y protegidos y cuidados por legislaciones acordes con principios que se ajusten al sentido común. Un lugar alcanza la categoría de intocable por el sentir de los ciudadanos que lo frecuenten y lo amen.Sin más. Lo siento mucho Maruja.
Imagino lo triste que estas, no se si la ultima vez que estuviste sabias que ya no volverias a verlo y te despediste. Para mi los sitios y las cosas
del pasado que fueron importantes en mi vida siguen vivos, como si en algun sitio pudiera volver a encontrarlos.
Aqui en Barcelona cuando estas un tiempo sin pasar por algun barrio
cuando vas ya te han cambiado el paisaje y no siempre a mejor. Nos están convirtiendo la ciudad en un parque tematico. Pena, penita, pena.
Hola Maruja, te leo cada domingo…me gustas en tu oficio, pero te siento siempre lejos, lo inalcanzable, la popular, la amiga o conocida de otras gente. Este blog me h apuesto muy cerca de tí…existes como ser humano para mí . Gracias por ser y gracias por enseñarme. Besos
Querida Maruja:
He leido lo tuyo con er Café de los Sespejos y he estado emosionada toda la tarde porque como andalusa yo sé lo que es un icono o un lugar o un entorno privilegiado porque el Estado del Bienestar debe darnos una casa pagada y un 4×4 y un plan de pensione en una Caja en quiebra pero también debe respetar nuestros siconos más sintimos como los bares de nuestra vida o las cayes queridas o las plasas o las fuentes o las sesquinas desde las que se ve el mar y entonses macuerdo que mi Curro me yebava a un bar maravilloso que había al lado de la Mezquita de Córdoba y que tenía un cartel a la entrada que desía «Aquí no se fía» y ya con este primer detaye sensual empesó nuestra relasión y luego nos sentábamos debajo de los tonele y me hablaba del libro aquel de Ortega y Gasset que publicaba Austral con tapas verde que se yamaba «Estudios sobre el amor» y luego me de refería er famoso «El Collar de la Paloma » de Ibn Hazmn superconocido y así pasábamos las tardes hasta que le dije un día «Curro, qué» y entonses ya me cogió las teta y me besó y comprendimos en ese maraviyoso Bar que teníamos que casarnos con to la leshe que yo mamé, Maruja de mis sentrañas.
Conshi: Lo de»yebava» me arrojó a la alfombra a reptar de la risa.Deseo que hayas podido arrancar algunas sonrisas más( que hoy buena falta hacen).Un saludo.
Lo siento Maruja.
Sí, hay pena, penita, pena…Menos mal que nos queda Viena.
Luna: Te sobra razón. El de las FAES un iluminado (ni Putin ni Rasputín).Llegó para ser «la novia en la boda y el muerto en el entierro» como en la canción de Cecilia. Ahora, ojo avizor a ver que sale del «grillerío» de Sevilla. Aterra sólo de pensarlo…Un saludo.