Él es el que está «inconcluso». Dice muy poco de una sociedad que tiene a un personaje tan «inconcluso» como un gran estadista. ¿Entonce en que posición tenemos a su «heredero»?
Raúl Fernández Justo 1 mayo, 2011 en 19:25
El poder,ese veneno que no tiene «antídoto»;el que lo ha «saboreado»lo anhela de nuevo con una lánguida melancolía que lo arrastra al borde de la locura.Locura en la que parece instalado el de las «faes»(organismo éste especializado ahora en desmentir al iluminado;»donde dice digo digo Diego,donde dice amigo dice «a mi no»,donde dice Gadafi dice Agag si…).Aznar es como el aguafiestas de turno;cuando Rajoy cree tener todo atado y bien controlado,llega el de las Azores y lo emarulla todo…¡Qué cruz!-es como la gripe,siempre vuelve…
Él es el que está «inconcluso». Dice muy poco de una sociedad que tiene a un personaje tan «inconcluso» como un gran estadista. ¿Entonce en que posición tenemos a su «heredero»?
El poder,ese veneno que no tiene «antídoto»;el que lo ha «saboreado»lo anhela de nuevo con una lánguida melancolía que lo arrastra al borde de la locura.Locura en la que parece instalado el de las «faes»(organismo éste especializado ahora en desmentir al iluminado;»donde dice digo digo Diego,donde dice amigo dice «a mi no»,donde dice Gadafi dice Agag si…).Aznar es como el aguafiestas de turno;cuando Rajoy cree tener todo atado y bien controlado,llega el de las Azores y lo emarulla todo…¡Qué cruz!-es como la gripe,siempre vuelve…