Maruja Torres protagonizó en la Carpa un divertido encuentro con los periodistas Amalia Bulnes y Braulio Ortiz y firmó ejemplares de su nueva novela, ‘Fácil de matar’
Maruja Torres confirmó su condición de maestra de varias generaciones de plumillas en el marco del I Encuentro Nacional de Periodismo Cultural, cuyo acto más concurrido protagonizó anoche en la Carpa de la Feria del Libro. «Vengo de una época en la que las mujeres de este país nos hicimos mayores y nos hicimos libres. Escribir es muy bonito porque te ayuda a vivir. Pero hay mucho mito. Hoy, como entonces, se sigue haciendo buen periodismo y hay un mundo muy interesante por narrar. Lo que ha cambiado es la situación laboral. Ahora te pagan 30 euros por una crónica que en verdad vale 400 euros»
La autora de Fácil de matar, su última novela y de la que firmó ejemplares en la Feria, participó en un encuentro con la periodista Amalia Bulnes y el redactor cultural de Diario de Sevilla Braulio Ortiz donde el sempiterno tema de la crisis del oficio dio paso a una encendida defensa de la veteranía «en una profesión donde a los 45 años te prejubilan». «Los chavales que entran en las redacciones nunca tendrán quienes les enseñen. Y cuando logren aprender algo tendrán una recua de jóvenes detrás para sustituirlos. Lo que ocurre es que nuestra profesión es el reflejo de la sociedad. Mitificamos el periodismo de la Transición porque entonces la sociedad era fértil, volvían los exiliados, se les entrevistaba… El periodismo hoy sigue el mismo carril de explotación, de reajustes y de poca excitación que el resto de la sociedad», reflexionó Maruja Torres.
Sin embargo, la redactora y ex corresponsal de guerra ve más oportunidades que amenazas en el contexto digital. «La crisis de los medios se va a arreglar. Espero el matrimonio feliz de un Bill Gates de las nuevas tecnologías con un empresario a lo Jesús de Polanco que ofrezca algo rentable desde el periodismo digital. Necesitamos que haya cerebros que se unan para pensar. El medio está cambiando la forma del mensaje pero no debería cambiar la validez del contenido», defendió.
Sobre sus relaciones con internet, la barcelonesa, que tiene activas varias bitácoras y es partidaria de Facebook, aclaró que «a mí no me van a sorprender llorando la pérdida del periodismo en papel. Ese llanto ya lo he hecho. Yo estoy opinando a diario desde mi pantalla y conectada con gente de todo el mundo. Lo que no puede ser es que lo digital, por admitirlo todo, rebaje los contenidos».
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Noticia publicada en: www.diariodesevilla.es