¿Expresan la quintaesencia británica? De ser así que bueno. Adiós al imperialismo al que loaba Rudyard Kipling en sus poemas. O adiós a la flema británcia del té de las cinco, con todas las reminiscencias colonialistas que destilaba el ritual. O adiós al «fish & chips»y al «trifle»que hacía de los británicos unos «barbarians» en materia culinaria. O adiós al «scotth on the rocks» como afrenta permanente a Escocia con el hielo sacrílego. Eso sí, intacto el pésimo gusto artístico…digo yo.
¿Expresan la quintaesencia británica? De ser así que bueno. Adiós al imperialismo al que loaba Rudyard Kipling en sus poemas. O adiós a la flema británcia del té de las cinco, con todas las reminiscencias colonialistas que destilaba el ritual. O adiós al «fish & chips»y al «trifle»que hacía de los británicos unos «barbarians» en materia culinaria. O adiós al «scotth on the rocks» como afrenta permanente a Escocia con el hielo sacrílego. Eso sí, intacto el pésimo gusto artístico…digo yo.