Para lo que emiten muchas de ellas, mejor que no sea con dinero público. El problema es otro: en qué momento renunciamos a entender la televisión como lo que siempre tuvo que ser, un servicio público, al margen de las cadenas privadas.
NEREA CAMPAÑA PÉREZ 25 julio, 2012 en 20:25
Que bochorno de gobierno
javier 26 julio, 2012 en 8:14
Jamás tuvimos capacidad real de oponernos a la patrimonialización de los medios públicos de comunicación. Sus fórmulas actuales solo pueden achacarse a los gestores políticos, a los legisladores que formularon normas consensuadas para satisfacer a los intereses de las cúpulas de los partidos y a un exceso de corporativismo profesional que impidió la aparición de fórmulas de gestión basados en los profesionales. Ahora, volvera otra vez las programaciones orientadas al sobeteo del poder pero está vez gestionadas por SA y bancos. Más de lo mismo. Y las asociaciones profesionales ni están ni se las esperan.
Para lo que emiten muchas de ellas, mejor que no sea con dinero público. El problema es otro: en qué momento renunciamos a entender la televisión como lo que siempre tuvo que ser, un servicio público, al margen de las cadenas privadas.
Que bochorno de gobierno
Jamás tuvimos capacidad real de oponernos a la patrimonialización de los medios públicos de comunicación. Sus fórmulas actuales solo pueden achacarse a los gestores políticos, a los legisladores que formularon normas consensuadas para satisfacer a los intereses de las cúpulas de los partidos y a un exceso de corporativismo profesional que impidió la aparición de fórmulas de gestión basados en los profesionales. Ahora, volvera otra vez las programaciones orientadas al sobeteo del poder pero está vez gestionadas por SA y bancos. Más de lo mismo. Y las asociaciones profesionales ni están ni se las esperan.