Se me han quedado las orejas vomitivas cuando he escuchado esta mañana -obviamente, por laradio- decir que si la celebración de la Fórmula 1 en Bahrein «puede contribuir a ayudar a un país en conflicto», pues que ahí todos, como un solo hombre, como quien dice. Para vacunarnos contra semenante gilipollez, este artículo de Mónica G. Prieto en www.periodismohumano.com