En el «Antiguo Régimen» predominaba un indiscutible barniz democrático que todo lo impregnaba. El Parlamento era el lugar donde el presidente se exponía a toda clase de críticas reproches,exigencias y debates. El presidente se jugaba la piel en cada confrontación y salía escaldado o más o menos triunfante según hubieran sido sus argumentos y razonamientos para «capear el temporal». Aquello era el «Antiguo Régimen» que hoy se pretende erradicar «revolucionariamente»(sic). Lo verdaderamente novedoso en la forma de hacerlo son estas «mazas» que a golpe de decreto,y sin que medie debate alguno, se asestan a cada una de las instituciones del Estado(bueno, la Jefatura del Estado tienes su singular forma de autodestrucción). El «Nuevo Régimen» atraviesa,ahora mismo, la fase de demolición(¡hasta los cimientos!) de lo conseguido en los últimos 20 años-tarea que cumplen admirablemente bien la totalidad de los miembros del ejecutivo del señor Rajoy-. Para el próximo año se espera la inestimable ayuda de la Iglesia Católica(que gana terreno en la «ideología» del neocaudillito-el Códice Calixtino fue una oportunidad inmejorable de mostrar el «ayuntamiento» de los ambos poderes -) para aquelo de «Dios,Patria y Bandera». Lo malo es la destrucción de esa modernidad lograda con tanto esfuerzo. Por cierto, hoy la «Marca España»,que tanto preocupa a los ideólogos del PP, ha marcado cotas de presencia inaúditas en los noticieros de México, al conocerse un nuevo suicidio por deshaucio(esta vez un hombre). La cara de estupefacción de los presentadores y comentaristas era conmovedora…
aracne 30 noviembre, 2012 en 21:13
Que sí, Raúl, que como no espabilemos nos espera el «brasero» de la carcundia y la Santa Inquisición.
En el «Antiguo Régimen» predominaba un indiscutible barniz democrático que todo lo impregnaba. El Parlamento era el lugar donde el presidente se exponía a toda clase de críticas reproches,exigencias y debates. El presidente se jugaba la piel en cada confrontación y salía escaldado o más o menos triunfante según hubieran sido sus argumentos y razonamientos para «capear el temporal». Aquello era el «Antiguo Régimen» que hoy se pretende erradicar «revolucionariamente»(sic). Lo verdaderamente novedoso en la forma de hacerlo son estas «mazas» que a golpe de decreto,y sin que medie debate alguno, se asestan a cada una de las instituciones del Estado(bueno, la Jefatura del Estado tienes su singular forma de autodestrucción). El «Nuevo Régimen» atraviesa,ahora mismo, la fase de demolición(¡hasta los cimientos!) de lo conseguido en los últimos 20 años-tarea que cumplen admirablemente bien la totalidad de los miembros del ejecutivo del señor Rajoy-. Para el próximo año se espera la inestimable ayuda de la Iglesia Católica(que gana terreno en la «ideología» del neocaudillito-el Códice Calixtino fue una oportunidad inmejorable de mostrar el «ayuntamiento» de los ambos poderes -) para aquelo de «Dios,Patria y Bandera». Lo malo es la destrucción de esa modernidad lograda con tanto esfuerzo. Por cierto, hoy la «Marca España»,que tanto preocupa a los ideólogos del PP, ha marcado cotas de presencia inaúditas en los noticieros de México, al conocerse un nuevo suicidio por deshaucio(esta vez un hombre). La cara de estupefacción de los presentadores y comentaristas era conmovedora…
Que sí, Raúl, que como no espabilemos nos espera el «brasero» de la carcundia y la Santa Inquisición.