Así que yo tampoco estoy segura de que nuestros esfuerzos -y yo los hago- de reciclaje sirvan para algo más que facilitarles los beneficios. De todas formas creo que hay que hacerlo.

Hace muchos años, en Estados Unidos -concretamente, en el barrio neoyorquino de Queens- conocí al dueño de la empresa Allied, que controlaba las basuras de dicho distrito. Era un mafioso increíble, y además ciego, siempre con su perro controlándolo todo. Además, pertenecía a la secta de las apariciones de la virgen de Garabandal, sucursal Queens.