Tengo una amiga secretaria en la Audiencia Nacional. Ella me contó que sus encopetadas y excelsas señorías ocupan el último piso del edificio de la calle García Gutiérrez,1 (esquina Génova a unos doscientos metros del número 13). Los funcionarios de la casa, llaman «El Olimpo» a ese estrato divino. No son conscientes de la plurisemia de la palabra «fallo». Solo hablan ex catedra.
Qué pena da no ser Islandia.
AnnaGB 12 marzo, 2012 en 14:11
Los jueces son una cosa, la justicia otra, las leyes un instrumento manipulable por ambos y parece, que cada una de estas «cosas» vaya por su lado, a su bola. Cuando la relfexión honesta y el alma se dejan a un lado, las personas y las instituciones se «cosifican» Son conscientes nuestros gobernantes de la imagen que hemos dado, con este hecho, dentro y fuera del país, espero que no se atrevan a decir que la mala imagen en el exterior es obra de Zapatero. Lastima que no tenemos suficiente información imparcial en nuestros medios para saber más.
Raul Fernandez Justo 12 marzo, 2012 en 20:45
Juan Manuel Martin Pallin. Mas luz clarificadora sobre la sentencia(y sus especiales circunstancias concurrentes; insolita la celebracion cuasi simultanea de tres procesos a un mismo imputado y la dureza de las recriminaciones contra la persona del juez Baltasar Garzon(para mi no ha dejado de serlo), en los fundamentos juridicos de una sentencia absolutamente desproporcionada). Lo de zaherir,como un extra a lo ya desmesurado, me parece que es el indicativo mas fehaciente de que hay cuestiones extrajudiciales sin resolver. El tribunal supremo es historia: ya se ha desvinculado de la sociedad a la que pretendia servir.
Tengo una amiga secretaria en la Audiencia Nacional. Ella me contó que sus encopetadas y excelsas señorías ocupan el último piso del edificio de la calle García Gutiérrez,1 (esquina Génova a unos doscientos metros del número 13). Los funcionarios de la casa, llaman «El Olimpo» a ese estrato divino. No son conscientes de la plurisemia de la palabra «fallo». Solo hablan ex catedra.
Qué pena da no ser Islandia.
Los jueces son una cosa, la justicia otra, las leyes un instrumento manipulable por ambos y parece, que cada una de estas «cosas» vaya por su lado, a su bola. Cuando la relfexión honesta y el alma se dejan a un lado, las personas y las instituciones se «cosifican»
Son conscientes nuestros gobernantes de la imagen que hemos dado, con este hecho, dentro y fuera del país, espero que no se atrevan a decir que la mala imagen en el exterior es obra de Zapatero.
Lastima que no tenemos suficiente información imparcial en nuestros medios para saber más.
Juan Manuel Martin Pallin. Mas luz clarificadora sobre la sentencia(y sus especiales circunstancias concurrentes; insolita la celebracion cuasi simultanea de tres procesos a un mismo imputado y la dureza de las recriminaciones contra la persona del juez Baltasar Garzon(para mi no ha dejado de serlo), en los fundamentos juridicos de una sentencia absolutamente desproporcionada). Lo de zaherir,como un extra a lo ya desmesurado, me parece que es el indicativo mas fehaciente de que hay cuestiones extrajudiciales sin resolver. El tribunal supremo es historia: ya se ha desvinculado de la sociedad a la que pretendia servir.