Y el otro Arturo Fernández, el ¿actor?, es que me he reído en el muro de Mongolia: una foto de una galaxia, llena de estrellas… Y dice: «Hallada la galaxia más antigua del Universo en el ojete de Arturo Fernández.» Qué menos para el abuelete de Intereconomía. Un abrazo enorme, Maruja.
Zush 19 diciembre, 2012 en 14:03
Creí que se trataba del actor de 82 años y sin una sola arruga que, previo pago, soltó en Interintolerancia que los manifestantes eran muy feos. Espoleados por supuesto por los conductores del canal, famoso por su neutralidad y por su popularidad.
Será que los pobres no tienen ni de lejos la pasta que «el tonto del bote» se gasta en sus múltiples cirugías estéticas, entre las que se incluyen no solo salvajes liftings tipo Jaime Ostos, sino también un culo nuevo que ahora posa entre el neofranquismo para enfrentar a la gente.
Zush 19 diciembre, 2012 en 14:06
Perdón, 82 años no, 83 y de camino ya a los 84. Lo que hacen los quirófanos que hasta le quitamos años en nuestra memoria…
Y a mí que nunca me pareció un bellezón. Más bien lo contrario.
Nb 19 diciembre, 2012 en 15:18
Tatuado.
Lola Fassía 19 diciembre, 2012 en 15:43
OFÚ, QUÉ AJJJJJJCOOOO…
sencillica 19 diciembre, 2012 en 20:59
Me pregunto qué coño les pasa a todos los Arturos Fernández que en el mundo hay?
Raúl Fernández Justo 20 diciembre, 2012 en 8:30
A mi lo que me va es lo de las Borbones dos Sicilias(que están emparentadas lejanísimamente con la Casa Real española(sic)) y las Cuquis Fierros con sus bolsas del super del hipercor(¿se dice así,o es Corte Inglés sin más?) repletas de la billetiza que la trama del bienamado(no me cae mal el «chinito no quelel») Gao Ping pone gentilmente a disposición de tan nobles damas. La verdad es que causa un poco de vergüenza ajena ver a tanto noble, y tanta sangre azul, entrando en las cocinas del «chinito del Domund» para blanquear sus eurámenes.¡¡Un poco de dignidad,carajo!!¿Qué es eso de «arrastrarse» entre «woks» grasientos y apestosos platos de cerdo agridulce?¿Qué es eso de meter mano en las cajas de las galletas de la fortuna(«hoy encontrarás el amor de tu vida») mientras esperan que se verifique la transacción en Hong Kong?¿Cómo compaginar el olor a sudor de las cocineras explotadas con el Chanel nº 5 tan socorrido para el caso? ¡¡No!! No se puede caer tan bajo.¡¡Hagan algo!! Quizás convendría un impuesto para auxiliar a las grandes fortunas(la amnistía de Montoro y la «carabina de Ambrosio es la misma cosa); el impuesto»Paradise», que posibilite hacer lo mismo,pero desde un iPad-en el Jaguar XJS, en el Club de paddle o en el yate de Pocholo-con toda comodidad; con estilo,vamos. Si los que tienen abolengo pierden las formas…aviados estamos.¡¡Dignidad!! También para los que más tienen( y más quieren).
Lola Fassía 20 diciembre, 2012 en 10:02
Muy bueno, Raúl… MUYYYYYY BUEEENOOOOOOO…
Un abrazo,
Lola
María Luisa 20 diciembre, 2012 en 13:13
Pelo Laul… ¡Chinito no quelel!
¡La bolbonidad sí que quiele!
BENJAMIN 20 diciembre, 2012 en 19:42
Espero que el ‘copito de nieve’ madrileño siga los pasos de su concuñado.
Y el otro Arturo Fernández, el ¿actor?, es que me he reído en el muro de Mongolia:
una foto de una galaxia, llena de estrellas… Y dice:
«Hallada la galaxia más antigua del Universo en el ojete de Arturo Fernández.»
Qué menos para el abuelete de Intereconomía.
Un abrazo enorme, Maruja.
Creí que se trataba del actor de 82 años y sin una sola arruga que, previo pago, soltó en Interintolerancia que los manifestantes eran muy feos. Espoleados por supuesto por los conductores del canal, famoso por su neutralidad y por su popularidad.
Será que los pobres no tienen ni de lejos la pasta que «el tonto del bote» se gasta en sus múltiples cirugías estéticas, entre las que se incluyen no solo salvajes liftings tipo Jaime Ostos, sino también un culo nuevo que ahora posa entre el neofranquismo para enfrentar a la gente.
Perdón, 82 años no, 83 y de camino ya a los 84. Lo que hacen los quirófanos que hasta le quitamos años en nuestra memoria…
Y a mí que nunca me pareció un bellezón. Más bien lo contrario.
Tatuado.
OFÚ, QUÉ AJJJJJJCOOOO…
Me pregunto qué coño les pasa a todos los Arturos Fernández que en el mundo hay?
A mi lo que me va es lo de las Borbones dos Sicilias(que están emparentadas lejanísimamente con la Casa Real española(sic)) y las Cuquis Fierros con sus bolsas del super del hipercor(¿se dice así,o es Corte Inglés sin más?) repletas de la billetiza que la trama del bienamado(no me cae mal el «chinito no quelel») Gao Ping pone gentilmente a disposición de tan nobles damas. La verdad es que causa un poco de vergüenza ajena ver a tanto noble, y tanta sangre azul, entrando en las cocinas del «chinito del Domund» para blanquear sus eurámenes.¡¡Un poco de dignidad,carajo!!¿Qué es eso de «arrastrarse» entre «woks» grasientos y apestosos platos de cerdo agridulce?¿Qué es eso de meter mano en las cajas de las galletas de la fortuna(«hoy encontrarás el amor de tu vida») mientras esperan que se verifique la transacción en Hong Kong?¿Cómo compaginar el olor a sudor de las cocineras explotadas con el Chanel nº 5 tan socorrido para el caso? ¡¡No!! No se puede caer tan bajo.¡¡Hagan algo!! Quizás convendría un impuesto para auxiliar a las grandes fortunas(la amnistía de Montoro y la «carabina de Ambrosio es la misma cosa); el impuesto»Paradise», que posibilite hacer lo mismo,pero desde un iPad-en el Jaguar XJS, en el Club de paddle o en el yate de Pocholo-con toda comodidad; con estilo,vamos. Si los que tienen abolengo pierden las formas…aviados estamos.¡¡Dignidad!! También para los que más tienen( y más quieren).
Muy bueno, Raúl… MUYYYYYY BUEEENOOOOOOO…
Un abrazo,
Lola
Pelo Laul… ¡Chinito no quelel!
¡La bolbonidad sí que quiele!
Espero que el ‘copito de nieve’ madrileño siga los pasos de su concuñado.