El pío pío, que yo no he sido suena últimamente mucho, sí
BENJAMIN 10 marzo, 2012 en 13:43
Ésta es la ‘otra’ cara de la reforma laboral. Se supone que el compromiso en el trabajo tiene dos lados. No comprendo como los representantes sindicales y demás políticos no presionan para que -puestos a reformar- tambien les toque algo a los empresarios.
No es de recibo que cuando una empresa se va a garete, todos sus trabajadores se quedan -casi siempre- en ‘paños menores’. Se tiene que legislar para que éstas situaciones no se repitan. Es obligación del estado -a través del gobierno de turno- apretarle las clavijas tambien a los empresarios. Deberían crear un ‘fondo de garantía empresarial’ -algo parecido a los bancos- para que cuando una sociedad se despeñe, todos -trabajadores, proveedores e instituciones del estado- tengan donde cobrar sus deudas.
No se puede crear una empresa con un capital mínimo que en la mayoría de los casos no está depositado en cuantas de garantía. La modificación de la sociedades anónimas a sociedades limitadas a permitido que donde una SA debe depositar un capital mínimo de 60.000 euros, una SL, solo se le exigen 3.000.
Así tenemos una enorme cantidad de empresas que pasaron de SA a SL permitiendo la reducción de capital social y sin techo de facturación. ¿Se facilitará aún más éste desaguisado?.
AnnaGB 10 marzo, 2012 en 14:55
Qué cobardes, para ser tan chulos.
Txomin Goitibera 11 marzo, 2012 en 0:11
Este sujeto era hasta antesdeayer el espejop en que se miraban todos los empresarios. Arturo Fernández le escribía panegíricos en ABC diciendo que lo que España necesitaba era que hubiese muchos hombres como él.
Supongo que aún sigue siendo el empresario modelo, es decir, que el empresariado (serios que si no…) está integrado por un alto porcentaje de diazferranes.
Raúl Fernández Justo 11 marzo, 2012 en 8:57
Ahora entiendo lo que es el toisón del escudo real; no es un carnero muerto…es ¡un chivo espiatorio! Muy simbólico…y que cunda el ejemplo.
El pío pío, que yo no he sido suena últimamente mucho, sí
Ésta es la ‘otra’ cara de la reforma laboral. Se supone que el compromiso en el trabajo tiene dos lados. No comprendo como los representantes sindicales y demás políticos no presionan para que -puestos a reformar- tambien les toque algo a los empresarios.
No es de recibo que cuando una empresa se va a garete, todos sus trabajadores se quedan -casi siempre- en ‘paños menores’. Se tiene que legislar para que éstas situaciones no se repitan. Es obligación del estado -a través del gobierno de turno- apretarle las clavijas tambien a los empresarios. Deberían crear un ‘fondo de garantía empresarial’ -algo parecido a los bancos- para que cuando una sociedad se despeñe, todos -trabajadores, proveedores e instituciones del estado- tengan donde cobrar sus deudas.
No se puede crear una empresa con un capital mínimo que en la mayoría de los casos no está depositado en cuantas de garantía. La modificación de la sociedades anónimas a sociedades limitadas a permitido que donde una SA debe depositar un capital mínimo de 60.000 euros, una SL, solo se le exigen 3.000.
Así tenemos una enorme cantidad de empresas que pasaron de SA a SL permitiendo la reducción de capital social y sin techo de facturación. ¿Se facilitará aún más éste desaguisado?.
Qué cobardes, para ser tan chulos.
Este sujeto era hasta antesdeayer el espejop en que se miraban todos los empresarios. Arturo Fernández le escribía panegíricos en ABC diciendo que lo que España necesitaba era que hubiese muchos hombres como él.
Supongo que aún sigue siendo el empresario modelo, es decir, que el empresariado (serios que si no…) está integrado por un alto porcentaje de diazferranes.
Ahora entiendo lo que es el toisón del escudo real; no es un carnero muerto…es ¡un chivo espiatorio! Muy simbólico…y que cunda el ejemplo.