Tan indignante es la tradición de impunidad de la que disfruta esta gente como la la querencia por el indulto que tienen losdosgrandespartidos, especialmente el pesoe.
Raúl Fernández Justo 21 marzo, 2012 en 19:01
Las condenas a penal de cárcel, para los que ostentan cargos públicos relevantes, no son más que «agua de borrajas». Lo grave es la admisión(y fomento) de conductas delictivas por parte de los servidores públicos que rodean(en este caso) al delincuente. La camarilla de asesores, secretarios, consejeros, tecnócratas, parientes y miembros del partido del caído en desgracia, miran ahora para otro lado pretendiendo no haber sido nunca partícipes de semejante conducta depredadora(cuando en realidad son parte esencial). La Cospedal anda «llorando por las esquinas» al saber que su «peor es nada» obró de forma improdecente en sus ambiciones económicas. La cuestión es saber si lo que les gusta es sólo el dinero, o sólo el dinero robado.
Txomin Goitibera 21 marzo, 2012 en 20:07
De momento lo mejor es que se le ha helado la sonrisa al tal Alemany. El tío iba siempre tronchándose de risa, ¿os acordáis? En el último telediario ya no se reía. Sólo por eso ya ha valido la pena.
De este tipo de condena (como no se considera que se va a escapar no va a la cárcel) yo me quedo preguntándome que cual es el castigo por los males causados, y sólo me sale que le costará -tal vez- más trabajito seguir con sus labores. Por lo cual podrá pensar, el muy sagaz y modélico gobernante, según nuestro actual Presidente del Gobierno, «que le quiten lo bailao y que a otra cosa mariposa».
Raúl Fernández Justo 21 marzo, 2012 en 21:20
Txomin; «Cañas y barro». La que ha de estar feliz es la señora Rita Barberá; de aquellos pucheritos, el día que dimitió el inefable trajeado, a esta gloria reponedora de honores perdidos. Pero la «charcutería» sigue ofreciendo buenos embutidos y chorizantes.
Tan indignante es la tradición de impunidad de la que disfruta esta gente como la la querencia por el indulto que tienen losdosgrandespartidos, especialmente el pesoe.
Las condenas a penal de cárcel, para los que ostentan cargos públicos relevantes, no son más que «agua de borrajas». Lo grave es la admisión(y fomento) de conductas delictivas por parte de los servidores públicos que rodean(en este caso) al delincuente. La camarilla de asesores, secretarios, consejeros, tecnócratas, parientes y miembros del partido del caído en desgracia, miran ahora para otro lado pretendiendo no haber sido nunca partícipes de semejante conducta depredadora(cuando en realidad son parte esencial). La Cospedal anda «llorando por las esquinas» al saber que su «peor es nada» obró de forma improdecente en sus ambiciones económicas. La cuestión es saber si lo que les gusta es sólo el dinero, o sólo el dinero robado.
De momento lo mejor es que se le ha helado la sonrisa al tal Alemany. El tío iba siempre tronchándose de risa, ¿os acordáis? En el último telediario ya no se reía. Sólo por eso ya ha valido la pena.
Y este otro no ha podido elegir mejor revista para anunciar a vuelta a su público que tanto le quiere y al que tanto debe.
http://www.telva.com/2012/03/20/telva_revista/1332260138.html
De este tipo de condena (como no se considera que se va a escapar no va a la cárcel) yo me quedo preguntándome que cual es el castigo por los males causados, y sólo me sale que le costará -tal vez- más trabajito seguir con sus labores. Por lo cual podrá pensar, el muy sagaz y modélico gobernante, según nuestro actual Presidente del Gobierno, «que le quiten lo bailao y que a otra cosa mariposa».
Txomin; «Cañas y barro». La que ha de estar feliz es la señora Rita Barberá; de aquellos pucheritos, el día que dimitió el inefable trajeado, a esta gloria reponedora de honores perdidos. Pero la «charcutería» sigue ofreciendo buenos embutidos y chorizantes.