En la Ser, ahora mismo: ¿en qué país cree que está viviendo la mujer ésta? La política oficial me recuerda mucho cuando yo empecé en periodismo a principios de los 60. Era un diario del Movimiento, del régimen, y allí pude ver clarísimamente que «ellos» vivían en una realidad paralela y nosotros, la gente, la calle, en una realidad -la realidad- que ni se la olían. Para ellos, sólo había o adhesiones o amenazas. Adhesiones a su absurda forma de hacer las cosas, y amenazas porque la mera insinuación de que alguien no lo acataba ponía en peligro el entero edificio construído desde que ganaron la guerra. Bueno, siempre he sentido cierta atmósfera de irrealidad cuando he estado rodeada de políticos de cualquier signo, pero lo de ahora es asfixiante. Como antes. La diferencia es que somos libres para reaccionar cuando lo notamos.